lunes, 28 de septiembre de 2009

Kanto- Diego


Danto II- Cass

Arthur C. Danto Cassandra de Santiago Delfín
El fin del Arte

-Una cosa es hablar del futuro del arte y otra sobre cómo lucirían las obras de arte del futuro, toda especulación sobre algo venidero , o predicción está en función de lo que se conoce en el tiempo en que se formula dicha especulación. Cuando el arte habla del futuro lo hace utilizando los elementos que se conocen en ese momento. Por esto toda proyección del futuro no puede salirse de la historia, se inscribe automáticamente en ella por pertenecer a ese tiempo. “El futuro es una especie de espejo en la que sólo podemos vernos a nosotros mismos”.

-Estas proyecciones futuristas están limitadas por las propias formas de su tiempo.

-Si puede especularse sobre sobre el futuro del arte sin predecir como serán las obras del futuro. - “Podemos decir que el arte no tiene futuro”?????- El arte llegó a su fin como etapa histórica(Hegel)
*La edad del Arte; podía seguir existiendo después de su misión histórica. Da un ejemplo teológico, en este sentido podía ser que como acontecimiento se diluye de su forma original por ello la historia y el arte irían en direcciones diferentes. Esto es porque el concepto del arte se ha diluido, no hay planteamientos nuevos y recursivos del arte sobre si mismo, se ha debilitado, ya todo puede ser arte o no por lo que su existencia es más efímera , no tiene ya impacto histórico. Entropía cultural, expresiones que solo tienen sentido en contextos y situaciones especificas. Arte como totalidad, cualidad universal se ha perdido.

-Aun de que el arte ha agotado sus recursos originales, sigue habiendo instituciones que avalan y esperan el “arte del futuro”. Hay ahora un interés puramente comercial en el arte venidero. Danto plantea algo interesante: puede haber cambios en el mundo del arte sin evolución. Recombinar hasta el cansancio formas ya existentes. El arte ya no nos sorprende( astonish us), ha envejecido?

-Plantea un modelo en el que el arte aun tiene sentido en el que se encuentran dialécticamente dos modelos histórico-artísticos.

-Primer modelo: mimesis.
-Segundo modelo: formas de arte que no solo se basa en la mimesis.
-Tercer modelo que abarca a los anteriores: arte, su futuro, y sobre los objetos del mundo del arte( fronteras entre disciplinas son inestables).

El arte ha llegado a su fin y se ha convertido en filosofía.


Primer Modelo: la historia del arte es la historia de la conquista de las apariencias naturales. Esto sobre todo evidente el la pintura donde si es posible ver un progreso histórico en las apariencias que presentaba. Arte relacionado con la ciencia:óptica. Pintor :conquista de tecnologías y progreso para dar efectos visuales. Es importante la relación representación-realidad.
La imagen cinematográfica amplió las consideraciones sobre representación que se tenia hasta
entonces . Aunque los artistas habían dado la ilusión de movimiento en sus obras mediante el empleo de elementos que lo sugerían, no podían sin embargo tener un movimiento real. Se emplearon diferentes trucos en la técnica y forma de representación para dar el efecto del retroceder o avanzar de los objetos tal como se presentan en la realidad. Se quería llegar a un tipo directo de percepción mas que a la mera insinuación de formas y movimientos.


-Olor y sonido: el arte tradicional no ha podido bien reproducir estos aspectos, aunque si se ha valido de convenciones y signos para hacerlo. Tal es el caso de los cómics. Estas convenciones se vuelven códigos específicos de una cultura, por lo que no pueden ser universalmente comprendidos y se agotan al entrar en contacto con otros códigos. La imagen cinematográfica si ha logrado una fidelidad con la representación de la realidad (después de una progreso y perfeccionamiento de su técnica) pudiendo tener formas reconocidas en cualquier cultura.

-Engañar a los sentidos: perspectiva. No se ve el mundo en perspectiva, pero si se construye una pintura de este modo. Trucos para engañar a los sentidos, al ojo. Una cosa es el reconocimiento de imágenes y otra la construcción de las mismas. Los animales reconocen imágenes, solo el hombre puede construirlas- historia.

-Una convención del arte es hacer que las imágenes se parezcan a lo que son(Grecia, Renacimiento), aunque hay otros intereses de representación. La perspectiva no solo sirve al arte que busca una fidelidad con la realidad. Cuestión: arte oriental, no se preocupaba por la utilización eficaz de la perspectiva occidental porque- carecía del desarrollo tecnológico para hacerlo????

Transformación del medio: continua conquista de tecnologías que permiten ir de las sugerencias de la realidad a la realidad misma , dentro de la representación.

-Diferencia entre desarrollo y transformación del medio: desarrollo se sigue trabajando con los mismos materiales, medios se hacen trucos aunque se sigue teniendo que deducir el movimiento pues “ hay limitaciones inherentes al medio”. La transformación se da cuando se superan estos obstáculos al cambiar el medio. Aunque las tecnologías para la conquista del medio se van haciendo cada vez mas costosas.

-En las películas ya no hay errores en la representación (en cuanto imagen), porque los puntos desde los cuales puede ser vista la imagen cinematográfica no la cambian, como sucede con la pintura. La holografía presenta la misma cualidad porque da el efecto 3D, solo que no muestra una presencia tangible, no proporciona experiencias táctiles.

-La escultura da presencia tridimensional. Escultura tradicional también insinuó el movimiento:Bernini. Hay un intento por dotar de vida a estas representaciones, creación de autómatas, inteligencia artificial. Avanzar en la calidad de la representación. ---Arte biológico. Robots.


-Obra de Arte : virtuosismo en su representación. Conexión entre temática y tecnología. El tema ligado a la técnica de la representación. Palpabilidad , como lucirían estas obras?, cuales serían sus motivos?

Futuro del arte se ha considerado en términos de progreso en la representación. Cuestión “En el momento en que pudiera generarse técnicamente un equivalente para cada modalidad perceptiva, el arte habría llegado a su fin”, si el fin ultimo del arte es la fidelidad a la imagen de la realidad. .Cómo sería el arte después de su etapa de progreso?. El modelo que habla de la conquista de las apariencias perceptibles se agota al considerar nuevas formas del arte.


-Hay progreso de tecnologías, pero el carácter descriptivo de una obra de arte no lo tiene. La descripción es una característica que va más lejos que la simple representación mimética. -Teatro.

-“ La deducción mas importante que la percepción”. Visión ontológica del arte siglo XX cuando al artista no le quedaba otra tarea pues la representación perceptual había sido conquistada por el cine
Idea del progreso del arte se tambalea, se redefine al arte. Vanguardias siglo XX. ---Teorías nuevas.

-Nuevo modelo : expresión estados de animo, objetivación de la experiencia interior del artista. Saber medir la expresión y el dominio de la técnica, saber identificar si la ocasión va con tal representación.
El progreso ya no esta basado en el desarrollo del dominio de la técnica de representación mimética.
Progreso de la tecnología, no de la “expresión”. Relativismo, se redefinen términos, se comprende el pasado en los propios y actuales términos. Inconmensurable. Cada periodo del arte implica un mundo diferente, y el llamado “progreso” no es sino la sucesión lineal y por lo tanto histórica de ciclos caracterizados por los resultados que las técnicas y formas de tal momento pudieron alcanzar. El arte quizá no ha llegado a su fin, sino ha terminado un ciclo y vendrá otro.

Modelo de Danto: anti-realtivista, si supone una existencia lineal. Dialéctica del arte, si sigue una historia lineal(aunque tiene límites) pero no solo puede ser su fin la equivalencia perceptiva-se necesita una teoría del arte general, que abarque otras expresiones. Arte -Progreso Cognitivo. “Arte llega a su fin con el conocimiento de su propia filosofía”, arte y naturaleza estrechamente ligados, fin último del arte :auto-conocimiento. Filosofía. Recursividad del entendimiento.

domingo, 27 de septiembre de 2009

REPORTE DE LECTURA: EL FIN DEL ARTE.

El Fin del Arte: reflexiones a partir de un ensayo de Arthur Danto Por Mauricio Zárate, alumno del Taller de Experimentación Visual I –Pintura-, Maestría en Artes Visuales.

“The paradox of the dialectic of decadence is that

just those artists who accuse other artists of

decadence are the most decadent: they regard their own art

as the unchanging model of all art,

and use it to club to death any art that contradicts and

challenges it, thus threatening its authority, autenticity and legitimacy”.

Kuspit, Donald; The Dialectic of Decadence.

“ Se ha mantenido que la decadencia de las artes, letras e imperios

se da necesariamente después de un cierto período de esplendor.

Esa idea es falsa. Las artes tienen una línea fronteriza después

de la cual, creo, no pueden avanzar, pero pueden mantener el nivel

que han alcanzado: y en todo conocimiento que se preste al desarrollo,

la naturaleza moral tiende a perfeccionarse.”

Madame de Staël; De la littérature considerée dans ses rapports avec les institutions sociales (1959)

“Lo que se puede mostrar, no puede decirse”

Wittgenstein, Ludwig., TRACTATUS LOGICO—PHILOSOPHICUS § 4.1212

UNO

Imaginemos brevemente un mundo sin la capacidad de avance. Un mundo atolondrado, pedido en un loop perpetuo, donde las repeticiones sean cosa tan real, que se asume como un estadio(1) límbico, sin inicio, sin final. Si pudiéramos ejemplificar esta situación de manera fiel, tendríamos que recurrir a un ejercicio de pensamiento en el que cada una de sus repeticiones ficticias, -esa representación mental como imagen-, tomaría una apariencia distinta.

Su repetición en el pensamiento no sería igual. No habría elementos que lo pudieran concretizar como una amalgama tangible de ideas –imágenes- homogéneas, iguales. Pienso que con el arte y sus necesidades expresivas, cognitivas, dialécticas, funcionales, y simbólicas, ocurriría un fenómeno similar: aunque utilicen elementos representacionales ya conocidos, pueden valerse de recursos racionales transfigurados en símbolos diversos, conjugados de maneras audaces que les hagan parecer un discurso nuevo, es decir, una manera de decir sin combinación previa . Siempre habría una posibilidad, un mismo diagrama con trazos plasmados con mínimas disparidades: un fenómeno imparable.

DOS

Para hablar de un “fin del arte” tendríamos que partir primero, de una visión Hegeliana concentrada en un historicismo absoluto. Definir al arte en función de su relación con la historia, me coloca en una posición ambivalente. Por un lado pienso que el arte si bien ha presentado momentos claros en la historia de la humanidad, relacionados atinadamente con su presente histórico y sus requerimientos, no necesariamente sería obligado que en la época actual, la producción artística debiera limitarse a lo que hoy acontece, seguirlo al pie de la letra, ni tampoco que deba aspirar de una vez por todas, a la definición de su lugar en la historia. Las necesidades humanas con respecto al arte se perciben ahora prescindibles si las observamos desde una perspectiva historicista.

El arte se ha separado de la historia y sus cursos, navega por sí solo, autónomo, pero al mismo tiempo –de ahí mi ambivalencia- completamente enganchado a la dispersión y fugacidad de lo actual: un sistema mutable. (2)

Quizá esta época es un compendio, la oportunidad a un recuento necesario para seguir con lo siguiente, que al mismo tiempo es resumen de otras épocas, por lo tanto, su resultado es acumulativo, el fomento perfecto para una imaginación sin riesgo al estancamiento. Estos tiempos son de por sí desordenados, y si pudiera tratar de delimitar a este presente con una nomenclatura, sería la referente a la dispersión.

Me atrevo a decir –en el contexto de un ensayo teórico libre-, que el arte (en su modo práctico, los que lo ejercen) es una característica humana adherida a sus infinitas e impredecibles posibilidades en individuos de una especie que se distingue por la integración entre sus estructuras mentales complejas y sus capacidades mecánicas,(3) es decir, su inteligencia. Esas capacidades inteligentes o artísticas que poseen los artistas de una sociedad especifica o cualquiera, van de la mano sin querer con su tiempo, de ahí, que resulte complicado –por no decir, alucinado- tratar de imaginar concepciones artísticas de un momento histórico proyectado en tiempo futuro. De hecho, estas elucubraciones pueden ser signo de una ociosidad que se obstine por el hallazgo de un fetiche posmoderno: la novedad.

Pero si no es obligado que el arte se desarrolle al paralelo que su momento histórico, entonces ¿qué queda? Me resisto a afirmar, que el arte sea “finado” por su desprendimiento con la historia. La «entropía cultural» de este tiempo puede ser la respuesta a una confusión sobre la continuación de un arte con futuro o un futuro del arte. Es decir, la entropía como rasgo histórico con consecuencias en sus productos artísticos.

En el mundo actual, entendemos por entropía –en los fenómenos sociales por ejemplo- una serie de sucesos contingentes, fuera de toda predicción infalible. ¿Será a caso ésta, la definición misma de un modelo artístico que se presenta ahora igualmente disperso? Una posible solución para el entendimiento de este crucigrama será el recurrir a la interpretación filosófica, teórica, para adiestrarnos en el léxico reciente de las nuevas nomenclaturas, debemos comenzar con la idea de que aprenderemos una manera más de lectura, en este caso, de un arte híper-simbólico.

TRES

El arte de la antigüedad se sostenía con los avances tecnológicos propios de su tiempo. El Renacimiento se preocupaba –entre otras cosas- por los fenómenos de la visión y sus retos giraban en torno a una representación “fiel” del mundo, en su correcta escala. Diferimos de un Renacimiento en cuanto que ahora todo lo damos por sentado, no hay perspectivas por dominar en el terreno de la representación y la cámara fotográfica nos brinda ya, un acercamiento suficiente con la mímesis. Hemos explorado los terrenos de la representación de una y mil formas, totalmente en armonía con las inquietudes de los momentos histórico-sociales. Pensar en un “fin del arte” es coherente si se observa, que su permanencia ya no guarda el rostro que le conocimos como Arte: es hoy una especie de avatar, un ícono cambiante.

Pero en los tiempos en que supuestamente el arte puede ser cualquier cosa, nuestra comprensión sobre la definición del arte se tambalea y a veces parece derrumbarse. Hoy debemos contemplar las creaciones artísticas con más cuidado, con mayor detenimiento. Cierto es que en las expresiones artísticas recientes ya no se persigue propiamente la conquista de la mímesis. Lo de hoy será una alegoría, un símbolo, una metáfora o hasta una metonimia. Se busca un tipo de representación que sea coherente con la época, más no de la época.

Danto explica: «El fin del arte significa un pluralismo radical, que no permite la existencia de una sola dirección posible. No existe esa dirección. Todo es posible. Y eso permite desarrollar un tipo de crítica que toma y analiza cada cosa a medida que surge». (Entrevista a Arthur C. Danto por Clio E. Bugel para IPS (Inter Press Services, 1999. p. 3).

El pluralismo corresponde a una sociedad que se encuentra en medio de una cantidad masiva de fuentes y medios de comunicación. Todo el mundo “ve” cosas, las anexa a su diccionario visual interno y en el proceso, existe el peligro de navegar sin un rumbo fijo: el individuo de hoy vive rodeado de imágenes como si se tratara de una inmensa marea fuera de control.

El “fin del arte” del que habla Danto no trata de “eliminar” al arte en sí. Mi interpretación corresponde al entendimiento siguiente: se termina una etapa en la cual los protagonistas de una historia continúan existiendo, a pesar de que el relato del cual provienen, haya llegado a su final.

«Llegar al final no quiere decir detenerse». (Ib. p. 3) Y si el propio Danto lo admite, quiere decir que el futuro no es tan desalentador.

Si volvemos al ejercicio inicial de imaginar un mundo detenido, puedo deducir que la condición del arte en esta época obedece a la manifestación repetitiva de lo ya visto, pero que nunca será visto de la misma forma, con el mismo detalle: siempre habrá algún acento en la imagen global que nos haga contemplarla desde ángulos distintos, desde diversas latitudes en el mapa mental de esa imagen.

CUATRO

Arthur C. Danto escribió su ensayo sobre El Fin del Arte y nosotros como artistas, como hacedores de imágenes lo leemos. En algunos causa conmoción, quizá disgusto. Lo cierto es que la época actual es tan dispersa, que para su comprensión se requiere de la reunión de diversas disciplinas. La filosofía como el mismo Danto lo propone, es una de ellas.

El caso del arte actual parece tener unos límites “tenues” con el método filosófico. Las complejidades del objeto artístico ya no son designadas sólo por un “mundo del arte”, sino que además, ha adquirido una somatización simbólica firme, que no se basta exclusivamente con la semiótica para su comprensión y apreciación correctas. Desafortunadamente pienso que el arte se ha convertido en materia propia de personas que han estudiado al arte como profesión y actividad práctica, como su modus vivendi. Es posible también que el arte siempre haya sido elitista, pero al menos con las manifestaciones del pasado, el arte se podía apreciar por casi cualquier individuo que estuviera armado de todos sus sentidos y con una experiencia de vida suficientemente cultivada. Hoy el arte parece aún más lejano, pues se encuentra detrás de una trinchera que demanda un “conocimiento mayor” del mundo real y del mundo intelectual. El arte parece necesitar cada vez más del conocimiento de los signos, (5) y justo en este tiempo, los significados parecen también difusos.

«No se llega a reconocer que la obra de arte es un objeto material más una idea, una reflexión que nos dice cómo mirar el objeto. Y por supuesto, la idea misma es invisible: las personas sólo ven la cosa. Por eso es que tienen dificultades para entender el arte: no se dan cuenta de que está conectado con el pensamiento.» (Ib. p. 6)

Se abre pues una ruta nueva para definir el arte en los inicios del siglo XXI. El arte abandona la línea recta de la historia y se traza a veces paralela, otras perpendicularmente al momento histórico. La filosofía y la teoría son necesarias hoy para tener una experiencia verdaderamente enriquecedora en una visita a los museos en los que se exhiben piezas como las de Gabriel Orozco o Demian Hirst.

Pero como decía al inicio de esta sección, los artistas leemos a Danto y no debemos leerlo sin decir nada, aceptándolo todo o disintiendo, sin exteriorizarlo, hacer saber al mundo lo que pensamos. La lectura de textos como el Fin del Arte funciona como un ejercicio de conocimiento y valoración de lo que hacemos como artistas. Debemos meditar, pero sin caer en la tentación de escarbar más de lo prudente.

Cerrando filas y fijando posturas, como pintor pienso que el arte efectivamente ha llegado a una etapa natural de su “vida”. Si bien no puedo denominarlo como un “final”, si como una etapa en la que creo, si se representan los acontecimientos actuales, a pesar de sus innumerables regresiones a recursos representacionales de victorias pictóricas pasadas. Dentro del arte la Pintura tiene mucho que decir, a pesar de la adopción de símbolos y signos de complejidades variables.

A nosotros nos concierne la “muerte de la pintura” como tema subversivo. Esta idea esta asociada al “fin del arte” pues trata también de una historia de la representación. Ya no se persiguen ideales estéticos específicos, pero si se describen. Vemos pintura hoy con los ojos puestos en maneras veraces de representación, en el sentido de honestidad por parte del que se expresa en la pintura. Si se trata de dejar que ahora el arte se valga de lo simbólico para su estructuración coherente con la época, debemos entonces emprender una larga travesía por encontrar un lenguaje que además de romper con la mímesis -que fue objetivo de momentos históricos pasados-, encuentre una dialéctica con el signo y el símbolo, que se transfigure en una gramática capaz de ser comprendida por la mirada de cualquier ser humano, que se detenga frente a un cuadro y atienda su elocuencia.

En el estado posthistórico el arte ha ascendido a la reflexión filosófica. Los artistas ahora nos preguntamos sobre la naturaleza del arte y probamos con sus límites. Probablemente ahora esta sea la gran definición de nuestro tiempo como productores de arte. Si creemos en un “final del arte” nos habremos librado de una carga que ahora podría ser entregada a los filósofos, entonces podremos quitarnos de la carga histórica rumbo a la elaboración de un arte dirigido en cualquier sentido. Con la llegada de la filosofía al arte, pienso que lo visual tiende al desvanecimiento, de la misma forma que lo bello se diluyó como meta única del objeto artístico.

Como pintor esto último me preocupa, y será posteriormente, que trate de encontrar una explicación a un sinsentido provisional de una época moderna, entendida como presente. Por lo pronto, termino de leer a Danto conservando mi ambivalencia.

EPÍLOGO

Con la distancia en el tiempo, probablemente podamos encontrar, que el arte realmente no murió, que sólo transitó por un proceso que fue tan pensado, que no lo vimos jamás pasar como una definición de nuestro tiempo. Quizá el arte se encuentra aún ligado con la trayectoria de la historia que finalmente, no podemos dejar de construir generación, tras generación, tras generación…

Dedicado a la convalecencia de mi abuela Victoria Hidalgo, gran conocedora y coleccionista del arte y sus efectos.

Mauricio Zárate, Tlalpan D.F.

NOTAS

(1) FUENTE: Diccionario de la Real Academia Española : estadio: 4. M. Etapa o fase de un proceso, desarrollo o transformación

(2) Los sistemas de la vida y la naturaleza cambian constantemente. Asumo al hombre como parte de esa naturaleza en el sentido en que Merleau-Ponty lo señala en su Fenomenología de la Percepción como un ser-en-el mundo. Cierto es que las civilizaciones presentan rasgos que las caracterizan, que las ubican en el tiempo histórico. Pero yo lo observo como un sistema cultural en permanente cambio, que en sus logros tecnológicos demuestra, una capacidad de adaptación a un flujo de tiempo que no conoce pausas, va con él. La evolución biológica en perfecta vinculación con los desarrollos sociales, políticos, culturales; es decir, una integración que por su misma consistencia heterogénea, se vuelve impredecible, no se congela en un parámetro taxonómico.

(3) A este respecto debo aclarar, que conservo una visión monista. No separo a las capacidades del cuerpo de las capacidades mentales. El dualismo es a mi modo de ver, una posición muy cuestionable en tiempos de una fisiología, de una neurociencia.

(4) Entrevista a Arthur C. Danto por Clio E. Bugel para IPS (Inter Press Services, 1999). Documento electrónico -PDF. pp. 7

(5) «(…) la obra de arte tiene, en nuestro tiempo, el sentido principal de una ruptura, de una diferenciación en la cadena indistinta de signos que constituye el universo cultural de las sociedades de masas». (Jiménez, José., Teoría del Arte, Madrid, Tecnos Alianza, 2002. p. 243)

El final del Arte-Danto





Después de leer el texto de Danto surgen una serie de cuestionamientos sobre lo que es llamado Arte y como éste Arte se ha venido desarrollando a lo largo de la historia de la humanidad. Creo que el punto esencial de la lectura es descubrir cómo hemos venido llamado Arte a las diversas manifestaciones humanas y, en éste sentido, el texto se enlaza con los dos anteriores: ¿Por qué llamamos a diversos objetos Arte?, ¿Qué o quienes les otorgan tal cualidad de artístico?, ¿Cuál es su función dentro del contexto en el que se desarrolla?. En éste sentido Danto puede proponer un final del Arte en tanto movimientos historiográficos. Si concebimos al Arte desde la perspectiva de la praxis, es decir, las artes visuales, la música, la danza, la literatura, etc., es claro que el final del Arte muy probablemente jamás llegará, pues siempre habrá una producción constante que responderá a la época en que sea creada. Por otra parte, podemos considerar que el Arte se ha venido desarrollando a la par de la historia de la humanidad, como testimonio de una multiplicidad de acontecimientos, ideas, corrientes filosóficas, invenciones tecnológicas, etc.

 

Así pues, dentro de la llamada posmodernidad (de la cual ya estamos saliendo, o hemos salido, según debates actuales) sería casi imposible englobar al arte dentro de corrientes o vanguardias como hemos venido haciendo a lo largo de la historia, pues la esencia de lo posmodernos es justamente el eclecticismo, donde no existe “una manera de”, una fórmula, un “estilo” predominante. Por eso, se propone el fin del arte como lo hemos conocido, como ése testigo de nuestro desarrollo dentro de una temporalidad.

 

Sin embargo, también cabría cuestionarse la época en que éste texto fue escrito para entender porque propone esto el autor y considerar que además de “El final del Arte” también existe “Después del fin del Arte”. ¿Qué hay más allá de ésa anunciada muerte del Arte? Quizá en una época no muy lejana podamos responder a tal cuestionamiento.

Victor Serrano Orozco

lunes, 21 de septiembre de 2009

DANTO - diego





DANTO- sil

BELLEZA Y POLÍTICA

- El papel del curador se convierte en algo crucial para identificar la belleza. ¿Acaso Ellos definen la belleza de acuerdo a la época??
- Lograr El propósito político de una obra hace que sea bella?
- Hay arte sin intención artística?
- Hay que replantearse al museo como espacio. Acaso es un espacio sagrado? Un lugar para conocer la sociedad en la que estas inmerso? Un reflejo político? Un espacio para la excelencia artística?
- ¿Por qué los artistas de pronto se interesan más por concientizar al público mismo en lugar de interesarse por la belleza? Acaso se están cuestionando el elitismo dentro del arte mismo?
- La experiencia estática pasa a segundo plano
- La belleza de las elegías puede ser dependiente. Quizá no en cuanto a su intención política, sin embargo no todos perciben estas pinturas como algo bello.
- Beauty internal to the meaning of the work.
- La belleza existe si excluyes el sufrimiento? El sufrimiento conlleva belleza?
- El arte debe consolar el sufrimiento de la vida? Yo más bien creo que lo debe mostrar. Aceptar el sufrimiento lleva belleza. (To hold the pain of samsara in your heart and at the same time the light of the Eastern sun, then the warrior can make a proper cup of tea.- Chogyam Trungpa)
- El arte como espejo. Autoconocimiento. Descubrirse a uno mismo, esto es bello.

DANTO - cass

Arthur C. Danto
EL ABUSO DE LA BELLEZA


Belleza y Política

Dve Hickey: “ La belleza será el problema clave de la década”

1993 Bienal Whitney redirecciona considerablemente los conceptos de arte y estética.
-Placas de Daniel Martínez
-Video de Rodney King
- Cambia la concepción que se tenia del arte, el espectador se vuelve parte de la obra y participaba de un discurso político porque el publico formaba parte de la sociedad que los artistas querían cambiar.

-Los comisarios del arte se habían formado en la idea del arte como promotor de ideales políticos y sociales. Ellos decidieron entonces el curso que tomaría el arte mismo. Uno de los temas importantes fue la distinción entre arte y cultura visual, por lo que la idea tradicional que se tenía de lo que debiera ser el arte hasta ese entonces se transformo.

− La bienal fue un intento por transformar la sociedad, ademas de hacerlo con la institución. Esta ya no solo se presentaría como “santuario para la belleza” , mostrar objetos bellos ,promover el conocimiento del arte en si( y no de las causas sociales), elitista, “Aura”.

-Dos modelos de educación en el museo: el modelo de iniciación al arte, en el cual el objeto de conocimiento para el arte es el arte mismo, el análisis de sus formas y contenidos; y el modelo de comprensión cultural, en el que el arte es el medio por el cual podemos comprender una cultura, más didáctico y aspecto por el que ahora se inclinaría el arte, ser “denunciante”, “polémico”.

Entonces se considera al arte como medio para comprender nuestro entorno, siendo así más universal e incluyente. Llamaba a un cambio de conciencia social, para ir en contra de las injusticias del mundo.


El buen arte puede ser feo

Activismo artístico / belleza.

¿Qué le sucedió a la belleza?, se planteó la compatibilidad entre excelencia artística (que se utilizó como sin. de belleza) y el discurso socioeconómico.

Danto plantea el primer punto importante: la belleza estética separada de la excelencia artística ya que en esta última la belleza estética puede no tener importancia.

Una obra puede no ser bella y tener excelencia artística (“relacionada con lo que se supone debe hacer el arte”) . “El reconocimiento de la excelencia no debe implicar un cambio en la percepción estética”,
esto en el sentido que además lo considerado como bello varia mucho según en el contexto que fue o es creada una obra por lo que su calidad de artística no puede sólo depender de las exigencias de lo que supone debía ser el arte en cierta época.


Menciona obras de Matisse: -Mujer con sombrero
-Desnudo Azul

La excelencia relacionada a el efecto que aspira a producir la obra de arte. Por ello las obras de la bienal no aspiraban a causar un “shock” admirativo sino que “querían cambiar el modo en que actuamos y pensamos ante las injusticias”, cambiar conciencias.
Danto “abre la posibilidad de analizar la obra desde la perspectiva de cómo consigue el efecto que desea producir” y no ya desde la belleza estética.

Conflicto entre belleza y ciertos contenidos. Instalación de Sue Williams. Aquí plantea las posibilidades de que contenidos repulsivos, no estéticos, pudieran presentarse ya no como estéticamente bellos, sino con excelencia artística por la forma en que la artista acertadamente presentaba dichos contenidos.

Concepción de lo bello derivada de una tradición del arte contemplativa, meditativa. El arte podía ser bello aun de tratar temas sociales. La belleza no es compatible con esos contenidos, error artístico.


Las Elegías de Motherwell

-Belleza estética como acierto artístico, ya que era la forma en que debían presentarse puesto que ese es el tinte de la elegía, es un lamento, una rememoración, evoca, por ello . Habla del recurso a la belleza del hombre, “ belleza es un contenido no conceptual de ciertas experiencias”, menciona a Kant “lo que place universalmente sin concepto”. Lo bello como bien moral, necesidad vital de autoreconocimiento y fascinación, además de una inclinación innata del ser humano a ello.

-“La belleza estética era interna a su significado, acorde a él ”, en este caso sí concordaban.
Son bellas aunque se derivan de una experiencia de lo trágico, del sufrimiento. Son bellas las obras no solo por aquello que representan. “Son meditaciones visuales”, evocan , no provocan como el arte denunciante de la Bienal Whitney.

-La elegía es una forma artística que eleva el dolor a un estado meditativo. La elegía no muestra indignación. Aquí Danto pone el ejemplo de el Guernica, el cual no es elegiático porque muestra indignación, es más obvio, denuncia.

− Aquí es importante ver algunas consideraciones sobre la belleza y el porque la recurrencia del hombre a ella, la belleza apacigua, tranquiliza, efecto psicológico, pone las cosas en cierta perspectiva filosófica. Belleza encarna valores de la vida, y no provoca como las obras de la bienal Whitney.

− * Ya ha mencionado dos formas en que se presenta el arte: denunciante, que deja de lado la belleza estética y provoca, no le interesa apaciguar si no provocar cambios de conciencia; y la elegía, otra forma de enfrentar un movimiento política o social pero desde una perspectiva meditativa, evocando. Pero pregunta también si hay ocasiones en que los acontecimientos nos obligan a “actuar “, por lo que la elegía quizá no es la única forma de respuesta ante una catástrofe.

Vita Contemplativa y la Vita Activa , caminos distintos del arte y de la conducta moral.

La belleza es un “ingrediente” del arte pero no siempre es un acierto. “No hay que admirar los cuadros por ser bellos, sino porque el que lo sean está internamente vinculado con su referente y su modalidad”
-Ejemplo de Sebastao Salgado, muestra sufrimiento , sus fotos son bellas.

-OTRA POSIBILIDAD, una obra sea bella sin que su contenido lo sea o hable del sufrimiento o cuando no lo sea. Belleza no solo como la belleza de los motivos que presenta la obra , sino de su contenido como reflexión del arte.



La belleza como consuelo y como goce


-Formas bellas que hablan de sufrimiento. Ejemplifica con Picasso y los cuadros que representan prostitutas de Saint Lazare. Ahora por ejemplo lo bello no solo va con la elegía, y lo repulsivo con el arte denunciante, sino que se mezclan, en la forma de presentarse, formas bellas que hablan de sufrimiento.

-Estas obras gustaban por cierto morbo, atracción por el sufrimiento, aberración de la belleza. Belleza como goce, perversidad.

-La belleza no atenúa la amarga verdad ( consuelo) sino que es goce de este.

-Menciona a Matisse que se encerró en Niza y creo obras llenas de consuelo, Sus obras son hermosas porque es coherente a sus significado a lo que él quería representar. Crea un espacio bello dentro de un mundo cruel.
*Se toma así la belleza como consuelo, atenuar la amarga verdad.

“El arte contemporáneo admite y afronta la verdad, en vez de negarla o atenuarla.”


¿Merece el mundo la belleza?


Para qué construir santuarios de belleza? O consolarnos con ella?. Hay que actuar, denunciar, cambiar conciencias. No conformarse con el mundo que se presenta a nosotros. Si la belleza implica elevar a la filosofía , su argumento moral va en contra del arte denunciante?

-El arte está internamente ligado a la belleza?

Philip Guston: cambio su meditación en la materia del arte por la denuncia, actuar y se comprometió con la causa social.

“El mundo tal y como es no merece la belleza, entonces el arte no debe ser bello” La verdad artística debe ser igual de áspera y dura.” Embellecedores del arte como colaboracionistas.


Belleza opcional

El arte ya está ligado a la filosofía sin necesidad de recurrir a la belleza para hacerlo, por lo que en si mismo causa interrogante de índole moral.
Arte como espejo, al fin y al cabo da cuestionamiento sobre nosotros mismos, sea o no bello.

-Bienal “un festival de agravios”, Cuestión: Se habían presentado en otras bienales obras que no eran estéticamente bellas pero estaban dadas en los contenidos tradicionales del arte, en esa ocasión ya no se presentaron esas formas. Los contenidos eran completamente diferentes.

-Se creo una convención de cuando y como utilizar la belleza. Recurso de la belleza.

-Comisario, curador, críticos de arte, crean discursos para mejorar la conciencia cultural, el arte está marcado por sus intereses.

-Algo puede ser arte sin ser bello, presentar ciertos contenidos como bellos puede ser una cierto o un error. Belleza según contenidos del arte.

* “Belleza en cuanto reconcilia al espectador con un mundo visto en términos apropiados para ser percibido como bello”

*O belleza interna de la obra de acuerdo a su contenido, acorde. Como Sebastao.

-Embellecimiento es pragmático, conveniente,=falsificación. Arte es un juego de relaciones entre la semántica , sintáctica y pragmática.

-Moduladores: utilizar el recurso de lo bello o no para provocar determinadas reacciones.

-Belleza algo interno a la estructura de la obra, no solo contemplativa superficial o de sobra.

-Modulación de la belleza.

-Lo que cambia ahora es la consideración de la belleza en el arte, porque siempre está presente en nuestras vidas.

DANTO - elia

domingo, 20 de septiembre de 2009

CONTROL DE LECTURA: MAURICIO ZARATE PARRA


El buen arte puede ser feo y Las Elegías de Motherwell: reflexiones a partir de dos textos de Arthur Danto en su libro El Abuso de la Belleza: la estética y el concepto de arte.

Por Mauricio Zárate, alumno del Taller de Experimentación Visual I –Pintura-, Maestría en Artes Visuales.

“Sostengo que la pintura es un arte

esencialmente concreto y que no consiste en nada que no sea

la representación de cosas reales, existentes.

Es un lenguaje completamente físico que

usa las palabras de todos los objetos visibles.

Un objeto abstracto, algo que es invisible e inexistente,

No pertenece al dominio de la pintura”

Courbet, Gustave; Courrier du Dimanche:

número correspondiente al 2 de diciembre de 1861.

“(…) ¡Me tienen cansado con las críticas!,

con la censura a la violencia de mis films, todo el mundo diariamente ve violencia:

en las noticias, en la televisión. Pero cuando llegan al arte, quieren que todo sea bonito, pacífico…

existe una violencia sagrada o la violencia de la naturaleza (…)

un parto es violento, el niño naciendo en medio de la sangre (…) ”

Jodorowsky, Alejandro; Comentario de audio en El Topo (1970)

01:05’02’’ edición 2007, formato DVD

En este breve texto, trataré de exponer, desde una perspectiva personal y como pintor, tres asuntos importantes en los escritos de Arthur C. Danto, incluidos en el capítulo Belleza y Política, de su libro El abuso de la belleza: la estética y el concepto de arte. El primero tiene que ver con la intervención de la “Institución” como mundo del arte que decide y norma lo que será expuesto en un museo, lo que de cierta forma, será o no arte. El segundo punto se encuentra en estrecha relación con el anterior, solo que con una variante nada simple en cuanto a su estructura como argumento: el arte que en su contenido implica temas sociales, que en su primera intención aspira a producir cierto efecto en su público, sin la inclusión de la belleza como propósito, lo cual sugiere de inmediato un problema estético mayor, sumamente actual: lo feo. El tercer punto versa sobre una serie de pinturas de Robert Motherwell consideradas por Danto, como un «acierto artístico», en el contexto de belleza estética.

I.

La inclusión en los museos de piezas referentes a problemas sociales, ha destacado la presencia de obras con un propósito específico: concientizar. Danto reúne algunos datos históricos, referentes a la Bienal Whitney de 1993, en los que se incluyeron piezas que en su mayoría eran «acusatorias y de carácter rabiosamente político» (Danto, Arthur C., El Abuso de la Belleza, Paidós, Barcelona, 2005. p. 155) y que como resultado de la inserción de piezas con estas características, se abrió un punto de debate más, en el tan cuestionado mundo del arte.(1)

¿Cómo es posible que un video capturado por una persona no artista se exhiba en un museo como pieza artística?

Una característica del arte posmoderno es la apropiación de materiales no artísticos (2) que es ya, moneda de uso corriente en las exhibiciones institucionales. En el mundo actual se producen diariamente una cantidad exorbitante de actos humanos –sociales, culturales- relevantes, lo cual resulta en una variedad gigantesca de temáticas y de fuentes referenciales para artistas que destacan del arte, su función orientada a la conciencia social, es decir, que se establece junto a la complicidad del museo, un tipo de producto que coquetea más con lo funcional, que con la intensión estética, estableciendo al museo como una lugar de conocimiento, en vez de un santuario de culto a la belleza, como se le conceptualizó en décadas anteriores.

Quizá lo más llamativo –o polémico- de la Bienal Whitney de 1993 fue la inclusión del archiconocido video de George Holliday , sobre el abuso de autoridad ejercido en contra de Rodney King, por agentes de la policía de Los Ángeles el 3 de marzo de 1991. En este caso, al parecer la apropiación no provino de un artista, sino de un cuerpo curatorial de corte netamente institucional, y a pesar de que sus motivos se cuestionan, se justifican tomando en cuenta el contexto social-político de la muestra: se trataba de construir una atmósfera adecuada a la temática en cuestión. (3) Lo que sí se evidencia con este acontecimiento, es una posmodernidad omnipresente, donde todo es susceptible a convertirse en Arte.

Cuando el artista realiza una apropiación, re-contextualiza al objeto, lo dirige a una intensión que no le era inherente al objeto en su origen; pero que al momento en que el artista lo trabaja, lo conduce hacia diversas rutas de significación. A mi parecer, el hecho de que un mundo de arte de tipo institucional adjunte a una exhibición un video como el de Holliday dentro de la sala de un museo, no implica tan solo un acto de extravagancia, implica una actualización de las visiones subjetivas sobre lo que es una realidad inevitable, que al mismo tiempo, puede ser la pauta para la creación un Objeto Artístico.

Para aclarar esta polémica, Danto nos habla de dos modelos educacionales en los museos a manera de guía, para que a partir de ellos, construyamos un criterio más extenso: el modelo de iniciación al arte y el modelo de comprensión cultural.

El primer modelo, se enfoca en el arte como «objeto de conocimiento por derecho propio», (Ib. p. 158) es decir, el arte entendido a través de su historia, de sus etapas e incidencias tanto en él mismo, como en los propios artistas y todos los que fungen como espectadores, miembros o no, de un mundo de arte activo y conocedor. Un arte que se mira así mismo. El arte como conocimiento (4) es un concepto fundamental para la comprensión del segundo modelo educacional en los museos según Danto, pues sólo tomando al objeto artístico como un medio para la adquisición de un cocimiento concreto, podremos acercarnos a la pieza, prescindiendo de las consideraciones estéticas que en lugar de clarificar nuestra comprensión del significado del objeto, lo tornan confuso.

La intensión estética se convierte a partir de este momento, en un problema con una solución tan relativa, como la definición misma del término Arte. Lo que quiero decir, es que en la actualidad el primer modelo educacional de Danto, es la base para la posterior digestión del símbolo artístico como trayecto a un conocimiento del mundo, que bien puede prescindir de una representación estética “bella”. Tener una base histórica de los productos artísticos, poseer conocimientos sobre sus creadores, sus influencias y sus motivos de creación resultan útiles, pero no suficientes para completar un nuevo esquema de lo que conocemos como Arte.

Esta situación encuentra cuerpo en el segundo modelo de Danto, que propone a la intención educativa del museo, como un medio para el conocimiento de una cultura.

En el caso específico de la Bienal Whitney, este segundo modelo de Danto se aplica de manera casi irrefutable, pues los asistentes a esa exhibición «descubrieron que los artistas americanos estaban profundamente comprometidos en la lucha contra las injusticias de raza, de clase y de género en América» (Ib. p. 159) Resultado inimaginable para un concepto de museo, que excluya al objeto artístico, como medio y forma de conocimiento.

Los museos de arte contemporáneo –como el MUCA en Ciudad Universitaria- se presentan como un tipo de museo, en el que es necesaria una guía que nos sitúe en el entramado de un arte elaborado bajo los lineamientos de un discurso mas o menos complejo, un tanto críptico y que requiere de una asociación de ideas y conceptos algo madura por parte del público que visita sus salas de exhibición. El elitismo artístico, puede entonces asumirse con facilidad, lo cual resulta efectivo, como distractor a la intensión de fondo, de las exposiciones. Esto puede atraer consecuencias no muy favorables para los museos actuales, pues al final del subcapítulo Danto concluye con lo siguiente: “Y los espectadores no habían ido allí para eso; no era eso lo que esperaban que les sucediera en el museo, no era eso lo que querían que fuera el museo o el arte”. (Ib. p. 159)

Pienso que la anterior declaración a pesar de su verdad, no propicia a una conclusión clara para el lector. El arte que tiene que ver con situaciones político-sociales por lo regular resulta tan incómodo como cualquier otra cosa que se salga del social stablishment. A mi modo de ver, es hasta cierta forma natural, que estos cambios se presenten en las instituciones artísticas de hoy. Es cierto también que bajo los criterios de éstas, se realicen infinidad de piezas de muy dudoso valor artístico , pero ¿Qué es lo que vale realmente como Arte? ¿Qué es lo que transforma a un objeto cotidiano en Arte? Una respuesta no basta, pero me permito rememorar el caso de Marcel Duchamp para ejemplificar, un valor artístico que se puede entender como una razón comunicativa, inherente al arte.

En su momento, este artista aportó al arte un cuestionamiento sumamente importante con su orinal (Fountain, 1916-17); pero es momento de mirar ese acontecimiento y asumirlo como un elemento más de la complejidad del arte, mas no de su extravagancia. Lo mismo aplicaría para lo acontecido en la Bienal de 1993: el objeto artístico se auto-cuestiona (reminiscencia de la actitud moderna) y para eso se recurre a visiones externas, que no son propiamente las que crean las piezas artísticas (la cualidad posmoderna). En otra palabras, la institución artística del museo se toma libertades a veces “necesarias”, para ubicar sus contenidos en el contexto correcto. Cosa nueva en el manejo y en el concepto de lo que se considera Arte.

Como pintor, pienso que el arte con un implícito social no solo corresponde a los modelos posmodernos, no solo se encuentra en las instalaciones, objetos o videos “apropiados”. La Pintura tiene mucho que decir al respecto, y de manera inevitable, también participa en el concepto institucional de arte por una causa; en este caso, las diversas problemáticas sociales, finalmente, producto de un mundo posmoderno. Quizá los espectadores de la Bienal Whitney esperaban una experiencia de tipo sensualista, rica en sus haberes estéticos, pero eso, es un sentimiento que permanece, que difícilmente se diluirá en las décadas futuras.

La Pintura pude ser una ruta alternativa, más no definitiva, de rescatar esas experiencias estéticas “perdidas”, y posee un ensamblaje peculiar que le distingue de otras disciplinas artísticas: la Pintura apela a la permanencia firme en la memoria del que la admira u observa, no a la sencilla anécdota que tiende a recordarse, bajo la forma de un “desliz” institucional. La pintura se cuestiona y haya respuestas en sus propios contenidos, es su propio caldo de cultivo en cuanto a sus capacidades epistemológicas, es un fluir imparable.

II.

«La tempestad política de los ochenta» (Ib. p. 159) no podía dejar de incluir un tema de debate, estrechamente relacionado con lo estético. Danto nos introduce ahora a otro concepto: excelencia artística, planteada por el historiador Richard Schiff.

Muy a menudo, sucede que en las manifestaciones artísticas que confluyen con temáticas sociopolíticas, el resultado puede ser no del todo agradable. A pesar de los dos modelos educacionales propuestos por Danto nos encontramos en medio de una encrucijada: ¿el buen arte puede ser feo?

A este cuestionamiento debo hacer un ajuste de sentido: ¿lo feo puede ser considerado arte? O como Danto reformula la pregunta de Schiff :¿puede el arte ser estéticamente bello cuando su contenido implica temas sociales? Si y no, pues para tratar de resolver este puzzle es necesario mirar a la Estética, como disciplina que estudia las cualidades del orden sensible de una pieza artística, de una obra de arte. Pero para realizar un estudio profundo de ésta, será necesario «superar la unilateralidad funcional del objeto; dejar de estar adscrito forzosamente a su función originaria y adquirir otra nueva: la estética». (Sánchez Vázquez, Adolfo., Invitación a la estética, México, Grijalbo, 2005. p. 17)

Si entendemos a la excelencia artística como un «sinónimo aproximado de belleza» (Danto C., Arthur., Op. Cit. p. 159) entonces deberíamos tratar de definir a ese tipo de belleza que se busca en una obra de carácter político-social que a primera impresión, resulta abominable. La obra que implica temas sociales puede ser bella si el tema se aborda con una elocuencia tal, que en el manejo de sus herramientas simbólicas, exista siempre una intensión vacía de complacencia. (Aunque hay excepciones, como lo veremos en el apartado tercero). La obra de arte que contiene temas sociales por lo general, resultará incómoda, pues desde sus perspectiva, la crítica y el análisis, mantendrán un carácter simbólico fuerte y directo, que sacuda por medio de una sátira, una burla o un señalamiento. En el caso de la pieza correspondiente a la artista Sue Williams y su instalación en la cual, utiliza grandes cantidades de vómito falso –hecho con látex- podríamos concluir diciendo que, su pieza logra una abyección tremenda en el público y que su primera intensión muy probablemente, fue la de imponer un estado de shock en el espectador, para obligarlo a ver por medio de una abyección, ciertos aspectos que en su cotidianidad resultan “aceptados” e “invisibles”. Si entendemos esta obra a través de estos mecanismos retóricos, podríamos llegar a la conclusión, de que su obra alcanza una excelencia artística, porque logra su cometido.

No debemos olvidar que lo feo, es una «categoría estética» (Sánchez Vázquez, A. Op. Cit. p. 183) y la primera cuestión, será la de justificar su carácter estético. Muy probablemente, esta justificación radica en el sentido de su propósito: un ataque directo a los sentidos, que nos recuerde la repugnancia dentro de un contexto humano matizado por diversas cualidades de descomposición social. De nueva cuenta, la función educacional del museo como un modelo de comprensión cultural se hace evidente: la sociedad norteamericana envuelta en un materialismo machista, en una degradación social que conduce a los individuos a actitudes alienadas, vacías y desencantadas. (5) De nueva cuenta, la sociedad recapacita sobre sí misma, a través de un diálogo de signos y significados que es el arte, cuando éste, no se mira así mismo sino al exterior: su entorno salvaje.

Lo que nos resulta abyecto por su contenido terrible, resulta así por la oposición que afirma en contra de nuestra sensibilidad, establecida según acuerdos sociales en la búsqueda permanente por lo un equilibrio, por una armonía que facilite la convivencia sana y feliz de los ciudadanos. Esa oposición por otredad, no podría definirse mejor que en la siguiente sentencia escrita en 1853 por el filósofo alemán Karl Rosenkranz: «La apariencia de vida en aquello que está ya muerto es el elemento infinitamente repugnante implícito en lo nauseabundo». (Rosenkranz, Karl., Estética de lo feo, Barcelona, Julio Ollero editor, 1992. p. 311) Lo nauseabundo es precisamente la intensión de Sue Williams, que sabiéndolo o no, en su obra presenta una categoría estética profana, pero nunca descuidada en el terreno del estudio estético. Lo nauseabundo es según Rosenkranz, un elemento más, en la composición estética de lo feo, perteneciente a la generalidad de lo “muerto y lo vacío”. Para Sue Williams es un proyecto por el que nos muestra una condición socio-cultural, que nos resulta conflictiva dada su asociación con lo muerto, con lo que una vez fue motivo de vitalidad y que ahora es excretado muerto y en descomposición por un ser humano: se transforma en vómito, fluidos crípticos de una descomposición social. ¿No es acaso, una cualidad de esta posmodernidad?

Aunque esta breve intervención de Rosenkranz no responde definitivamente al cuestionamiento sobre si lo feo puede ser considerado arte, si nos sitúa en una dimensión estética de lo grotesco que es, según las lecciones de la historia del arte, un elemento que ha sido componente retórico en la obra de una cantidad grande de artistas. El artista se preocupa por lo feo, y en esa transformación, existe la posibilidad de encontrar cierto tipo de belleza que no se destaca por un goce, pero que finalmente, al atacar nuestra sensibilidad, se convierte en un asunto estético real y sólido. Lo feo sí puede ser buen arte, porque si no recurriera a los cataclismos preceptúales de su naturaleza estética, no habría un sentido para las indagaciones sobre la esencia existencial del ser humano como ente vivo, en este caso, como ente socio-político-cultural.

Lo social nos sumerge en aberraciones, lo político nos envuelve en lo patético. En mi opinión, la representación de lo terrible (política y sociedad) por medio de objetos grotescos, es una manera de destacar la funcionalidad del arte, y más importante aún, su razón de ser, en cuanto a su libertad de denuncia a través de la expresión sensible del artista.

Para concluir:

Danto pregunta: ¿Era un signo de excelencia artística que su obra provocara el asco a sus espectadores, no tanto por la obra como por aquello de lo que trataba? Respuesta. Para la intensión de la obra de Sue Williams, la búsqueda estética entendida como un ideal de belleza, en el contexto socio cultural en el que se encuentra adscrita, resulta a todas luces, inútil. Si su obra alcanza un grado de excelencia artística, no es en ningún caso, porque el asco resultara de la asociación temática de su pieza. Sería por su cualidad funcional, como objeto abyecto, con nexos indisolubles con lo grotesco, con lo feo: logra un trauma, producto de una preocupación por lo feo. ¿Sería la belleza no sólo irrelevante sino un error artístico? Respuesta. Considero que no sería un error artístico, aunque sí un error por parte de un público que buscara en la pieza de Williams algo “típicamente bello”. El error no estaría en la obra, residiría en la apreciación errónea de su público. La obra de Williams, expuesta en la Bienal propicia una reflexión importante que Rosenkranz expone claramente: « (…) el examen de la idea de los feo es inseparable del análisis de la idea de lo bello. El concepto de lo feo, lo bello negativo, constituye por tanto una parte de la Estética. Como no hay ninguna ciencia a la que pueda asignársele esto, es correcto hablar de una estética de lo feo». (Rosenkranz, K. Op. Cit. p. 43-las negritas son mías-). En otras palabras, la pieza de Williams logra un cometido más allá de una excelencia artística, aunque no por eso más importante, lo que indiscutiblemente habita en la obra de esta artista es una intensión por proyectar una idea correctamente, en el espacio y tiempo adecuado, de una manera y no de otra, es decir, hubo una preocupación estética, que al parecer, resultó eficaz, aunque prosaica, peligrosamente obvia.

III.

El Diccionario de la Real Academia Española define elegía, como “composición poética del género lírico, en que se lamenta la muerte de una persona o cualquier otro caso o acontecimiento digno de ser llorado, y la cual en español se escribe generalmente en tercetos o en verso libre (…)” Elegía es un fonema que se encuentra en el título de una larga serie de pinturas realizadas por Robert Motherwell: Elegies for the Spanish Republic, pintadas desde 1949 hasta 1976. Como es sabido, Robert Motherwell realizó cerca de ciento cincuenta cuadros dedicados a España, y en la serie de Elegías a la República Española, se enfrentó a un tema político de forma no-representacional. El color negro es predominante, ocupando extensas superficies en forma de manchas ovales, las cuales se acompañan con amplios trazos verticales. Las pinturas han sido relacionadas con una serie de argumentos endebles, curiosamente, tratando de encontrar una interpretación narrativa y hasta anecdótica.

Lo cierto es, que en esta serie de pinturas prevalece una sensación inquietante, en la que se quiere ver algo que no está ahí, en la superficie. Habrá que cavar más hondo en la significación críptica de Motherwell, en su interior no como un pensador en cuanto al manejo de las herramientas “lingüísticas” de la pintura, sino en su interior como un ser humano sensible ante el terror del mundo.

En un caso opuesto al de Sue Williams, viene la pintura de Motherwell como respuesta a la búsqueda estética en un tema que corresponde a una lucha social de un pueblo, en medio de las garras de un fascismo arrollador.

En este último punto de mi ensayo seré más breve, pues la pintura no necesita una explicación tan complicada, pues es evidente, que el poema pictórico conserva sus propias justificaciones. El acierto artístico en esta serie de pinturas se debe en gran parte, a su inherente retórica: no nos habla en un lenguaje pronto y de fácil interpretación, pero sí gusta por el impacto visual y la presencia fuerte de una mancha pictórica, que en su aparente naturalidad y espontaneidad, bien podría ser relacionada con un concepto de maldad: de mancha capital.

Los cuestionamientos de Danto acerca de la pintura de Motherwell, conservan cierto matiz ético y hasta moral. Por eso Danto recurre a la reflexión filosófica, porque en ella se puede explayar una consternación de tal modo, que en su análisis metafísico se encuentren conceptos a manera de “consuelo”.

En las elegías de Motherwell encuentro un acierto en cuanto a la reflexión de un acontecimiento fatal. Es el derecho a la lamentación, un homenaje a los caídos en un mundo que se hunde en sus gritos. El elemento poético de las piezas de Motherwell es indispensable, es necesario y esta allí, para declamar una belleza contenida, interna, ontológica. Danto dice: «No hay que admirar los cuadros por ser bellos, sino porque el que lo sean está internamente vinculado con su referente y su modalidad. La belleza es uno de los ingredientes del contenido de la obra, exactamente igual, a mi entender, que las cadencias en las elegías cantadas o declamadas». (Danto C., Arthur., Op. Cit. p. 166)

La pintura no podría ser de otra forma, no podría recurrir a la obviedad de Sue Williams. La belleza es relevante en las piezas de Motherwell y jamás podrían considerarse un error, es el otro lado de la moneda en el arte de las últimas décadas. La pintura aquí se afirma como una memoria inamovible, siempre presente como un evento permanente, que nunca se deja de “declamar”. El vómito y la sustancia abyecta de Williams dolorosamente pierde fuerza ante una obra pictórica que aborda lo social-político desde un peldaño cultural más elevado.

Como pintor sería mi deber hacer una apología por lo pintado, en lugar de aquello que se presta más al juego institucional de los museos por presentar piezas preocupadas mayoritariamente por su funcionalidad, por su capacidad de estímulo a la reflexión intelectual. Pero mi posición real no toma partido de manera tajante. Estoy dividido en dos planos: por un lado pienso que la obra institucional, que se presenta a manera de “extravagancias” tiene un valor que corresponde a una realidad irrefutable en la actualidad de los museos. Los elementos grotescos o feos que éstas obras puedan incluir, son también un problema de Estética concreto.

En una exhibición de Motherwell no sería necesaria la inclusión de un video a la manera de la Bienal Whitney. He ahí la otra parte de mi plano –mapa interior- como artista, la pintura a mi modo de ver, cumple con toda expectativa, pues además de ser un proyecto de vida, es al a vez un medio por el cual encuentro el mejor canal de comunicación, de “funcionalidad”, de cognición y reflexión. La pintura me afronta con lo poético, con lo que habita en sus superficie.

Las referencias que hace Danto sobre las fotografías de Sebastao Salgado las percibo cargadas de una culpabilidad milenaria. Representar lo terrible desde una perspectiva estética, siempre ha sido motivo de discusión. La vida del hombre es violenta, como los actos de la naturaleza, y a pesar de esta violencia, nos sigue asombrando con sus manifestaciones y fenómenos: es terriblemente bella. La pintura también es asombro y si su belleza se encuentra en la raíz misma de su génesis, entonces si estaríamos de acuerdo con Danto en considerar que «una posible critica de la obra es que sea bella cuando no es adecuado que lo sea» (Danto C., Arthur., Op. Cit. p. 166). La pintura de Motherwell, o El Guernica de Picasso son bellos en este sentido y por eso, conservan un poder incorrompible.

Mauricio Zárate

19 de septiembre de 2009

… a la memoria de mis amigos amados, caídos y siempre recordados.

Aniversario de los terremotos de 1985.

NOTAS

(1) El mundo del arte es aquel que utiliza la palabra “arte” como parte de su trabajo y oficio cotidiano. Desde los artistas en su taller, hasta los directores de museos.

(2) Me refiero a objetos que fueron creados con una intensión totalmente divergente al arte; ya sea desde su funcionalidad, utilidad o propósito. En el caso del video de George Holliday, se puede decir que su función original era la de la denuncia, dirigida o encaminada a su difusión a través de los medios de comunicación pertinentes: noticieros de televisión, sitios electrónicos disidentes, Internet.

(3) El video de Holliday quizá serviría en la exhibición como un detonador. Posiblemente se contempló como un aspecto museográfico, que al mismo tiempo “jugó” como obra artística con una intensión irreverente, trastocada.

(4) «I relieve that every item properly classified as a work of art con contribuye to human knowledge. In other words, I maintain that all artworks possess cognitive value. (…) I then argue that art ought to be defined in such a way that Orly ítems with cognitive value count as artworks». Young O. James., Art and Knowledge, London, Routledge, 2001. P. 1)

(5) A propósito de la exhibición de la Bienal Whitney un columnista del New York Magazine escribió, «But anybody who has looked modern America in the eyes (or simply watched enough televisión) will take it all with the proper shrug of irreverence». Larson, Kay., What a long Strange Trip, en New York Magazine-22 de marzo de 1993-)