domingo, 27 de septiembre de 2009

El final del Arte-Danto





Después de leer el texto de Danto surgen una serie de cuestionamientos sobre lo que es llamado Arte y como éste Arte se ha venido desarrollando a lo largo de la historia de la humanidad. Creo que el punto esencial de la lectura es descubrir cómo hemos venido llamado Arte a las diversas manifestaciones humanas y, en éste sentido, el texto se enlaza con los dos anteriores: ¿Por qué llamamos a diversos objetos Arte?, ¿Qué o quienes les otorgan tal cualidad de artístico?, ¿Cuál es su función dentro del contexto en el que se desarrolla?. En éste sentido Danto puede proponer un final del Arte en tanto movimientos historiográficos. Si concebimos al Arte desde la perspectiva de la praxis, es decir, las artes visuales, la música, la danza, la literatura, etc., es claro que el final del Arte muy probablemente jamás llegará, pues siempre habrá una producción constante que responderá a la época en que sea creada. Por otra parte, podemos considerar que el Arte se ha venido desarrollando a la par de la historia de la humanidad, como testimonio de una multiplicidad de acontecimientos, ideas, corrientes filosóficas, invenciones tecnológicas, etc.

 

Así pues, dentro de la llamada posmodernidad (de la cual ya estamos saliendo, o hemos salido, según debates actuales) sería casi imposible englobar al arte dentro de corrientes o vanguardias como hemos venido haciendo a lo largo de la historia, pues la esencia de lo posmodernos es justamente el eclecticismo, donde no existe “una manera de”, una fórmula, un “estilo” predominante. Por eso, se propone el fin del arte como lo hemos conocido, como ése testigo de nuestro desarrollo dentro de una temporalidad.

 

Sin embargo, también cabría cuestionarse la época en que éste texto fue escrito para entender porque propone esto el autor y considerar que además de “El final del Arte” también existe “Después del fin del Arte”. ¿Qué hay más allá de ésa anunciada muerte del Arte? Quizá en una época no muy lejana podamos responder a tal cuestionamiento.

Victor Serrano Orozco

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