jueves, 29 de octubre de 2009

Apuntes a una lectura de Michaud II

Si bien la reflexión sobre el gusto como fenómeno sensorial, racional, y de identidad ha sido una de las predilecciones de nuestra civilización desde su nacimiento, no fue sino hasta la era moderna que la Estética, como disciplina de conocimiento de los sentidos se diferenció y especializó de una manera similar a las disciplinas científicas, proponiendo métodos de conocimiento que pretendían superar la especulación y la contemplación.
El problema fundamental de la Estética es el fenómeno del gusto: su origen y sus alcances en un sujeto. Las civilizaciones clásicas identificaron el gusto con una idea de lo bello, pero en la era moderna el origen del gusto se identifica en el placer, más precisamente en un placer desinteresado, para decirlo con Kant.
La modernidad ha entendido la forma como portadora de significados y se ha puesto el problema del equilibrio entre las dimensiones de un contenido y una apariencia, esta última generalmente perteneciente a un objeto. Para Hegel la forma bella es aquella que participa del espíritu, es una manifestación del espíritu… pero Hegel está convencido también de que esa experiencia espiritual del arte no puede prescindir de la forma para tener lugar. Si bien la Estética ha ya comenzado a cuestionar el papel del objeto como provocador de placer, no es sino hasta la aparición de la fotografía, y el perfeccionamiento y uso masivo de los métodos de reproducción de la imagen, que empieza a quebrarse el credo en el valor de la experiencia artística como emoción provocada por una transformación de la materia.
Los modernismos no dejan de entender el placer como un fenómeno que tiene lugar en medio de una dicotomía: espíritu-materia, intelecto-sensibilidad, razón-emoción, idea-objeto. Así, entre las vanguardias hay momentos en que se busca volcar el valor de la experiencia estética de lo sensible a lo intelectual (constructivismo, cubismo analítico, racionalismo arquitectónico). Dadá da el paso fuerte de la estética moderna, prescindiendo del valor ilusorio del objeto artístico y cuestionando ferozmente la necesidad del objeto, su durabilidad, su unicidad, como corpus del arte.
Entre la reproducibilidad técnica que tanto inquietaba a Benjamin, el despertar del sueño del positivismo y la inclinación por lo efímero y por una pureza del juego mental, se gestó la desmaterialización del objeto artístico. El arte se dio a la tarea de trascender el discurso visual y ha venido buscando alternativas estéticas desde entonces. La contemplación ha sido rápidamente desplazada por la interacción. Pero, para esta última, el valor del objeto (como juguete) ha sido de gran utilidad. Es por esto que, aún dentro de la estética actual de lo interactivo, los objetos no han dejado de ocupar un nicho privilegiado.

H.d’A.
Apuntes a una lectura de Michaud I
El apartado El arte contemporáneo en la época del post-post es un lúcido intento por determinar las coordenadas históricas, políticas, sociológicas, económicas, psicológicas y estéticas en las que el arte se encuentra tras haber conocido los credos, aventuras y agotamientos de la modernidad, más precisamente, de los varios modernismos—lo moderno como programa y fin.
A la luz del texto de Michaud, es posible observar un rasgo común a los modernismos, inclusive a dadá: la convicción sobre la naturaleza revolucionaria del arte. Desde el romanticismo, buena parte de occidente ha abrazado la idea de que el arte puede cambiar, en mayor o menor medida, distintos aspectos de la vida, la vida misma, incluso.
Otro rasgo común de los modernismos, ha sido el credo de la obra maestra. Considerando el protagonismo político y social de las vanguardias, su militancia, la fuerza mediática y masiva con la que sus formas irrumpieron en la civilización de occidente—y más allá—no es extraño que, aún hoy, el mayor dilema en la experiencia artística sea esta expectativa por la obra maestra.
Entre las vanguardias hubo una que no solamente no abrazó este credo, sino cuya intención original bien podría haber sido el abatirlo: dadá. Dadá ha sido seguramente el único modernismo que no solamente no ha buscado decir la última palabra, sino que se ha presentado como la anti-palabra. Me parece que el fenómeno de dadá buscó recuperar una pureza intencional para la estética. Su carácter subversivo, lúdico y destructivo era justo lo que calzaba a una civilización que rozaba la auto-destrucción y precisamente por esto el arte que siguió y la estética resultante abrazaron la intención dadaísta.
El problema de la desaparición y desmitificación de la obra maestra ha sido experimentado por el público como el advenimiento de la farsa en el seno de un espacio que se espera destinado a una especial potencia creadora, a una emulación demiurgica. Los “entendidos” más bien han preferido guardar sus juicios apreciativos, concentrándose en una cada vez más difícil clasificación de las formas cada vez más multi-procedimentales, especializadas e incluso insignificantes de lo estético, y algunos han llegado a declarar la “muerte” del arte.
Es curioso que Michaud se refiera a la obra maestra, como a un mito romántico, es decir, moderno. Tras la lectura de este capítulo se podría pensar que la obra maestra nace y desaparece en la modernidad. Al desaparecer la obra maestra, se evapora la estética moderna y llegamos a nosotros.
Es oportuno recordar el episodio de Pigmalión y Galatea, así como también las numerosas representaciones que el arte hizo de este episodio antes de la modernidad. Nunca sabremos si la carne de Galatea alguna vez fue marfil, o viceversa, pero pienso que es aún más importante apuntar que la obra maestra, entendida como un teorema ideal-material-perceptual-emocional-cognitivo del mundo, no es un mito: el arte la ha logrado más de una vez. Al parecer, no estamos seguros de nuestra capacidad de lograrla, de la capacidad de este momento de nuestra civilización para lograrla. Ni siquiera estamos seguros de quererla. Estoy convencido de que la obra maestra es un sueño del deseo. El que nosotros no seamos capaces de lograrla, quizá ni siquiera de desearla, no significa que no tenga valor y, mucho menos, que no exista.

H.d’A.

domingo, 25 de octubre de 2009

REPORTE DE LECTURA- MAURICIO ZÁRATE



HOW DO SUBSTANCES OCCUPY THE MIND?: reflexiones y notas sobre la lectura de James Elkins

Mauricio Zárate, alumno del Taller de Experimentación Visual I –Pintura-, Maestría en Artes Visuales. Mtra. Diana Salazar

“La pintura es, en primer lugar, una afirmación de lo visible que nos rodea y que está continuamente apareciendo y desapareciendo. Posiblemente, sin la desaparición no existiría el impulso de pintar, pues entonces lo visible poseería la seguridad (la permanencia) que la pintura lucha por encontrar. La pintura es, más directamente que cualquier otro arte, una afirmación de lo existente, del mundo físico al que ha sido lanzada la humanidad” (Berger, John., Algunos pasos hacia una pequeña teoría de lo visible, Ardora Ediciones, Madrid,1998, p. 39)

I. ÉTER

Pensar en la pintura como una substancia, como una actividad secreta y mística es, ante todo, una posición teórica que resulta refrescante para el pintor que la estudia, en el contexto de su trabajo como si se tratara de un experimento en el que pone a prueba sus capacidades de inventiva, de purificación de la materia, dignificación de sus compuestos a nivel casi espiritual: cuando «el logos descienda a la sustancia».(1)

La sustancia que se deposita en el cuadro es, ante todo, una manifestación que nos dirige a la relación del pintor con su obra, con su “extensión” fuera de sí. Elkins nos introduce a la pintura de manera fascinante,(2) nos invade con una poética de la praxis, la entiende como Gilson,(3) la describe tan orgánicamente como la hace Simon Schama(4) al recordar su primera impresión ante los cuadros Seagram de Rothko en la Tate Gallery: substancias que nos conducen al principio, al génesis de una cualidad cósmica, visible sólo para los que «están dispuestos a asumir riesgos» y desean flotar sobre el éter de sus colores, tonos y matices que transfiguran la percepción convirtiéndola en una verdadera experiencia meta-existencial.

La pintura puede definirse de varias formas y Elkins gusta de señalarla también como «una forma que significa a sí misma»(5) aunque en un sentido más acotado que el de Jacques Thuillier, refiriéndose exclusivamente a la pintura como algo que debe ser entendido bajo sus propios principios(6): volatilidad, sin cuerpo, fugaz, fantasmal: el pintor que se distingue del historiador frente al cuadro, entendiéndolo a través de sus formas, de sus crípticas construcciones, su hechura, la pintura como una construcción de lo intangible, que adquiere forma con el nombre, nace dentro de ella su (el) lenguaje.

II. DIALECTOS

La pintura es un lenguaje y como pintor, mi afirmación es proporcional a un ejercicio pictórico que me retira de la noción coloquial del lenguaje: de éste que se habla y se escribe. Las reglas y principios de una lengua los estudia la gramática y fácilmente podemos adaptar este concepto a lo que nos interesa cuando hacemos y miramos un cuadro: buscamos entenderlo. El cuadro nos habla a través de diversas estructuras que en su tejido “morfológico” guarda significados. Hablamos también a través de él, nos buscamos en él.

Dichos signos gramaticales subyacen más allá del “caparazón” de la pintura, de su materialidad. ¿Cómo es posible que estos materiales comuniquen, transfieran desde conocimientos hasta emociones?

Si la pintura es un objeto inerte, estático; sus contenidos son lo contrario: se mueven. Como en un manantial cristalino que refleja el exterior, lo de afuera; dentro se estremecen sistemas vivos. La materia la entiende Ekins como ese “fluir” debajo –“What lies beneath”- lo invisible, pero que cobra forma, paradoja imposible de la pintura y su retórica.

Hay voces dentro del pintor que no precisamente se articulan con las palabras. Cuando pintamos se conglomeran en una imagen, en un motivo que busca sedimento, llegada a la superficie de una tela, de una tabla que es depósito de signos, palabras (manchas), oraciones (formas) y finalmente poemas o prosas que a veces huyen de la narrativa,(composiciones) que otras veces la atrapan (el cuadro). Sin embargo, la pintura difiere del lenguaje -hablado, pensado y escrito-, en la medida en que éste tiene que adaptarse a cierto orden de los signos. En la pintura esos signos no pueden conducirse de la misma manera, pues en sus límites impositivos de significación, se presenta la imposibilidad de darle cuerpo a lo sentido. Es justo aquí, donde la materialidad, la substancia cobra todo su sentido, adquiere todo su poder. La materia despega, comienza el abandono de particularidad física.

Eduardo Cohen(7) hace referencia a la «resistencia que opone la inercia de la materia» como un «constreñimiento al libre despliegue de nuestro espíritu»; es decir, que a veces es la materia la que nos conduce, la que “abre camino” en el infinito plano de posibilidades que es el lienzo vacío. Más adelante especifica: «... los materiales usados con sabiduría son, más que medios, cautores elocuentes de nuestra obra, éstos intervienen en los resultados finales en la medida en que se oponen y no en que obedecen a nuestra voluntad» y continua «si el material se impone, evidencia la impericia del artista; si éste acalla al primero eliminando sus intrínsecas cualidades expresivas, lo vuelve superfluo».

Es claro que para Cohen el material es protagonista decisivo, casi “vivo” en la construcción de un cuadro. Su espiritualidad se impone, para deducir la posibilidad de una fuerza vital que también es propósito de la alquimia. El lenguaje del cuadro, de la pintura en sí, se convierte en un poema con vestimenta científica, aventurada en la experimentación de algún laboratorio que estudia a los objetos como substancias vivas: ¿se busca en el material de la pintura ese algo que lo vuelve elocuente, de la misma forma que la alquimia en sus inicios buscaba la piedra filosofal con la cual se trasmutaría el oro, en vida eterna?

III. ETERNIDAD

Elkins reflexiona en una pintura de Stefano di Giovanni, conocido como Sassetta: «The sum of brushstrokes is the evidence of artist’s manual devotion to his image: for Sassetta painting was the slow, pleasureful, careful and repetitious building of a face from minuscle droplets of pigment».(8)

Esta observación corresponde a una actitud reciente, por descifrar lo que una pintura puede decir: un tipo de acercamiento a la pintura que tiene que ver con sus esencias –en el sentido fenomenológico- y con sus orígenes –en el sentido ontológico- dentro de su materia, lo que sucede dentro de la pintura.

En el interior de un cuadro habitan memorias. El material adquiere también un aspecto temporal, además de su característica espacial, de ocuparse y apropiarse de la superficie de otra materia. El material, las substancia, es memoria, es el recordatorio silente de la actitud de un pintor hacia su obra, la marca que persigue la permanencia, «la vida del pintor se convierte en una existencia vivida con el óleo, una historia narrada desde la espesura del óleo».(9)

El material es un diálogo que se fija, que se perpetúa por medio de sus cualidades, de sus composiciones. La alquimia en la pintura es una forma de abordar su compleja existencia. Elkins hace en este capítulo un estudio casi comparativo de las sustancias relacionadas directamente con la alquimia y los solventes, los pigmentos; como un manual que no dice el cómo, sino que explora la particularidad, la molécula secreta que se vuelve visual en la pintura. Si los químicos modernos las llaman propiedades de los elementos, el alquimista les llama y les conjura de acuerdo a una relación cósmica, en armonía con una naturaleza de la cual se desprende todo el sentido de las substancias.

Si se quiere saber que quiere decir la pintura, que hay dentro, debajo, Elkins nos sorprende con un capítulo “vivo”, donde los elementos no solo son substancias, no solo son materia: son elocuencia, diálogo, memoria, búsqueda de perpetuidad, una larga travesía hacia la eternidad alquímica.

Espíritu, alma y cuerpo. Para estos conceptos se utilizaban referentes elementales: Mercurio, azufre y sal. Paracelso, quien hizo popular su Tria Prima y que desde su perspectiva espiritualizada, toda materia partía de un trinomio substancial, que hacía posible la obtención de toda manifestación material e inmaterial.

Si la alquimia, persigue un objetivo palingenésico (10) repitiendo las mismas operaciones hasta obtener la esencia o alma de las cosas que permanecen en la luz y volver a manifestarlas de acuerdo a la intención o interés del alquimista; entonces la pintura no resulta tan aparte de las mismas intensiones.

Ensayo y error, observación, hacer, deshacer, aplicar, manchar, desteñir, quitar, incendiar, quemar, derretir, diluir y obtener. Un cuadro es suma de acciones que bien pueden repetirse, según la perspectiva de Elkins, no desde su factura, sino desde su contemplación perpetua, el enfrentamiento entre un espectador y el cuadro, su diálogo, su conversación: la pintura.

Mauricio Zárate

22 de octubre de 2009

NOTAS

(1) BEUCHOT, MAURICIO., Perfiles Esenciales de la hermenéutica, México, Fondo de Cultura Económica, Col. Breviarios 563, 2008. p. 60

(2) “A painter will walk right up to the painting, and move a finger or an arm along with the original artist’s gestures ...”

Elkins, James., What painting is: how to think about oil painting, using the language of alchemy, Routledge, New York, 1999. p. 97

(3) “Por su “modo físico de existencia” queremos indicar el modo de existencia que le pertenece –de una obra de arte- en cuanto que es un objeto perteneciente a la misma clase natural. En el caso de las pinturas, por ejemplo, su modo físico es prácticamente idéntico al de la materia con que están hechas” (las itálicas son mías) GILSON, ÉTIENNE., Pintura y realidad, Navarra, Ediciones Universidad de Navarra, 2000. p.33

(4) “Había algo granate y morado que hacía como un latido constante, como si fuera la válvula de algún órgano del cuerpo.” SCHAMA, SIMON., El Poder del Arte, Crítica, Barcelona, 2006. p.447

(5) THUILLIER, JACQUES., Teoría general de la Historia del Arte, FCE, México, 2006. Pp. 48-49

(6) “Painters feel these things as they look at pictures, and they may re-enact the motions that went into the paintings by moving their hands along in front of the canvas as if they were painting the pictures at that moment”. Loc. cit.. Elkins, James., What painting is: how to think about oil painting.

(7) COHEN, EDUARDO., Hacia un arte existencial: reflexiones de un pintor expresionista, Instituto de Investigaciones Filológicas –UNAM-, México, 1993. pp 20-25p

(8) Op. cit. p. 3

(9) Ibíd. p. 5 (la traducción es mía)

(10) 1. f. Regeneración, renacimiento de los seres. (fuente: Diccionario de la Real Academia Española)

Los Tiempos del Triunfo de la Estética - Diego








































domingo, 18 de octubre de 2009

REPORTE DE LECTURA- MAURICIO ZARATE

LOS TIEMPOS DEL TRIUNFO DE LA ESTÉTICA: reflexiones y notas sobre la lectura.

Mauricio Zárate, alumno del Taller de Experimentación Plástica I -Pintura-, Maestría en Artes Visuales.

UNO

En este capítulo, Yves Michaud nos brinda un panorama resumido acerca del nacimiento de la estética y de como se ha avanzado en sus aspectos formales desde su aparición como disciplina independiente de la Filosofía -gracias a Baumgarten-, hasta las concepciones y apreciaciones más recientes formuladas por los críticos de arte Clement Greenberg y Danto.

El arte es estudiado a partir del siglo XVIII a la fecha, con la idea de que «el valor estético de un objeto está en su capacidad de ofrecer experiencias vivas».(p.137) Este abordaje de la estética sigue vigente y es aplicado en a búsqueda del entendimiento y la comprensión de la obra de arte contemporánea.

El filósofo estadounidense Monroe Curtis Beardsley fue quien estableció en 1982, en su artículo Some persistent Isues in Aesthetics, cinco de los rasgos que configuran la “experiencia estética”:

-concentración de atención sobre el objeto

-liberación en relación con las preocupaciones

-distanciamiento

-desplazamiento o metaforización del afecto

-implicación activa en el descubrimiento del objeto

-sentimientos de integración de la experiencia

Todos en conjunto, nos brindan un acercamiento a cierto tipo de experiencias que nos dicen cómo se produce en nuestro interior, una sensación particular, que nos ayuda a la concreción de un concepto artístico.

DOS

Como artistas, pienso que debemos dedicar un espacio al estudio estético, aunque no lleguemos a una profundización minuciosa, que por naturaleza correspondería a los especialistas dedicados a la crítica y teoría del arte.

Este conocimiento nos sirve para la reflexión sobre nuestro quehacer artístico, para definir parámetros y fijar posturas. La estética es una parte fundamental en la investigación del arte y sirve de soporte para nuestros proyectos y propuestas que se ven orilladas a la fundamentación, en respuesta a necesidades por parte de un público que desea conocer los porqués de nuestra creación plástica.

Para nosotros mismos significa la posibilidad de un auto-entendimiento, una guía que nos auxilie al momento de hacernos los cuestionamientos que ponen en tela de juicio nuestra actividad y nuestro trabajo en diversos niveles, tanto en sus orígenes o etapas germinales, como en su temática.

Cuando el artista aborda un tema, de alguna manera se encuentra teorizando sobre “algo”.

El texto de Michaud, es una muy acertada introducción a lo que el llama “el triunfo de la estética”, como única herramienta de comprensión del objeto artístico, en una crisis de “identidad” del mismo en una sociedad de consumo, masificada, que lidia peligrosamente con la fugacidad e hiper-producción de imágenes.

TRES

En el texto de Yves Michaud se incluye una fotografía de la instalación Vaporización de Teresa Margolles. Llama la atención, que en el contexto teórico de Michaud, que propone al arte en un “estado gaseoso” se incluya una “pieza” que no podría ser menos alusiva.

La intrusión del espectador, como un “turista accidental” en medio de una neblina espesa, producto de la vaporización del agua utilizada en el lavado para cadáveres -procedente del servicio médico forense de la ciudad de México-, es una manifestación casi intangible de ese momento en que «lo muerto captura lo vivo» (Medina, Cuauhtémoc., Espectralidad Materialista: fenomenología de lo muerto, p. 16) e ilustra de manera elocuente, cómo puede prescindirse de un objeto “terrible” como el cadáver y provocar en el público una sensación de horror y vacío, con base en el conocimiento de la procedencia de la neblina y lo que ésta significa.

Aunque en las primeras obras de Margolles nos encontramos con la presencia de “objetos” claramente sumergidos en una estética partidaria de lo grotesco, con el tiempo sus obras se han depurado de toda la “obviedad” y a pesar de ello, nos sigue causando cierto tipo de experiencia, de temblor existencial.

Quizá esta sea el tipo de experiencia que se traduce en la teoría del arte como “experiencia estética”. Un tipo de vivencia que no requiere de la obviedad tanatológica (cadáveres, desmembramientos, sangre) para causar en el espectador una reflexión sobre la tragedia, lo horrible y todo lo que pertenece a ese abismo oscuro que guarda significados y relaciones con un mundo moderno violento e indiferente a la muerte.

La “experiencia estética” en esta obra solo puede comprenderse en el sentido de su montaje. Después de caminar “dentro” del montaje de Margolles, lo único que nos llevamos a casa es esa sensación de olor a muerte, de “suciedad” que debe ser removida de nuestra piel y nuestra ropa lo antes posible: de lavado, purificación, extracción de la culpa. No queremos que nos toque la muerte tan de cerca, tan invasiva y repentina. No inhalar el vapor de esa agua que sirve al lavado al cuerpo humano muerto, resulta imposible. Inevitablemente la muerte nos hace suyos, nos permite tener una idea sobre la “experiencia mortuoria”.

En las instalaciones de Margolles se intuye, se descifra. Es una amalgama de “experiencias” que sin las sensaciones preceptúales de las que se vale la estética –como los «sentimientos de integración de la experiencia»-, resultarían mudas, vanas: permaneceríamos en la feliz indiferencia.

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lunes, 12 de octubre de 2009

Post Post -Güero

Reporte de Lectura 4 Mapa Conceptual

El arte contemporáneo en el Pos-Post
Autor: Yves Michaud

Procedencia del arte contemporáneo

1. Ámbito artístico: las vanguardias y el arte moderno
2. Cambios técnicos: invención de la Fotografía, el desarrollo de las telecomunicaciones, del cine y la televisión
3. Evoluciones sociales: masificación de la sociedad
4. Cambios económicos: sociedad del consumo

DESARROLLO DEL ÁMBITO ARTISTICO

• 1905-1906 Cézanne = cubismo; futurismo, rayonismo, suprematismo, dadaísmo
Movimientos con intención de participación social política,
Creación de manifiestos: búsqueda de una verdad absoluta = Intolerancia =Hegemonía
=Innovación
=Sistematización de la creación

• Las vanguardias sistematizadas como problemas de investigación del la obra en sí

• 1950-1970 Desembocan en el ARTE MODERNO de Greenberg y la Estética Formalista

= Desarrollo del arte como especialidades
=segmentación del la participación social y política del arte
=el arte se torna “apolítico” dentro de los museos
=el arte se desplaza a la calle

Los museos se transforman en consecuencia:
1. Ante las grandes dimensiones de las pinturas expresionistas abstractos
2. Con la aparición del performance, el happening, y el land art
3. Con la utilización de materiales efímeros, perecederos, u objetos que interactúan con el
espacio.

• Europa, América, África, Asia, conviven en un mundo artístico plural bajo los lineamientos del arte norteamericano y su cultura capitalista

• El Arte Pop y la resignificación de las imágenes masivas desplazaran a las problemáticas espaciales, materiales y de representación del arte moderno

• La expresión y la gestualidad seden paso a la “prensa sentimental o sensacionalista”, a la publicidad de moda directamente relacionadas con la objetualidad fotográfica
= se da el fin de un modelo de historia fundada en la lógica de las formas y sus cuestionamientos
=Terminan las vanguardias políticas,
y el arte moderno norteamericano coloca sucursales y museos por todo el mundo

• 1980- El arte se concibe internacional, diverso y multicultural: Principio del Posmodernismo
=Terminal los grandes relatos
=La filosofía sede paso a las Teorías
=se cambian los ismos por los neos
=los artistas retoman y mezclan temas y/o problemas de la historia:
desde la espiritualidad y el expresionismo hasta las formas más puras del arte

• Una fragmentación del tiempo y espacio en combinación con una banda ancha de transmisión de datos ha prefigurado los 90

• Las prácticas libres y minoritarias se inscriben en el ámbito artístico mediante los más diversos canales de comunicación

• El arte dejo de estar situado por continente o países para historiarse en estados, localidades, barrios y hasta páginas Web

• El papel del artista se vuelve local y trabaja en las reflexiones de la propia comunidad
=Problemas de identidad, de fronteras-migración, de lenguaje
=el mestizaje alza la voz ante la jerarquía de la pureza

“el multiculturalismo es la teoría de este proceso del complejización del cuadro”



Miguel Ángel Ramos Hernández

Posgrado en Pintura
Semestre 2010-1
Taller de experimentación plástica III
Tutora: Diana Salazar

Universidad Nacional Autónoma de México

Post Post -Diego



Post Post -Victor



Post Post - Sil

EL ARTE CONTEMPORÁNEO EN EL POST-POST.
- Hermenéutica- procedencia de las cosas. Para el estudio del arte contemporáneo no sólo tenemos que estudiar sus factores propios, también: lo histórico, las ideologías, la evolución social, la tecnología, la economía et.
- Ciertas convenciones tienen más peso que otras… año 2000.
- Desde una mirada retrospectiva:Cómo se relacionan el Arte Moderno y el Contemporáneo. Todavía se articulan??
- Modernismo: 70 años. El siglo de los ismos” Ismos con manifiestos, posturas, ambición social y política, radicalidad. Búsqueda de totalidad, aunque sea ilusoria
- Estos ismos al final del m. llegaron a especificaciones. El Dadá desemboca en muchos aspectos actuales del arte c.
- Se investigan cosas específicas_: lo plano de la pintura, el color del color, el espacio.
- A M. con función política. Cada ismo es político y los artistas son actores comprometidos. Este aspecto se prolonga hasta el pop.
- X 10 siglos el arte tuvo el monopolio de las imágenes. Hoy, las imágenes nos rodean, nos persiguen. Foto reportaje, publicidad, cine, foto amateur, videos etc. El arte se vió obligadoa redefinir su relación con las imágenes.
- Se vuelve en un material para el arte. Distintas consideraciones respecto al uso de la ima´gen: giacometti, bacon, wyeth etc… no se ve claramente una relación directa entre imagen y pintura y Polke?
- Cuando el arte retoma las imágenes que nos invaden marca el fin de la cultura alta y baja, se comienzan a mezclar. Ambas culturas se mezclan y se citan: Warhol
- Pop
- Reciclaje de la cultura popular.
- Dadá apareció como un movimiento antimovimiento: negativo, violento, antinstitucional etc. Pero llegó a ser claramente influyente desde su reaparición en los años cincuentas. Y reanimó la creencia modernista. Del dadá se desata el performance, el happening, la instalación y las obras multimedia.
- En todo esto la presencia de duchamp es premonitora y muy influyente.
- Pone todo en tela de juicio. Expresa el espítitu de nuestro tiempo” va mucho más allá de las mezclas en el pop y todo con un toque altamente irónico.
- Dadá rompe con todos los formalismos modernistas. No existen. El cuerpo del artista se vuelve arte, al igual que sus ideas y conceptos. Las dimensiones intelectuales del acto creador remplazan a la obra. Depronto hay una cantidad enorme de aspectos que pueden analizarse y deconstruirse, objetos de procedimiento creador”…parece inagotable.
- El arte pierde sus componentes estéticos de placer y de belleza. Actualmente, el arte no pretende producir experiencias estéticas relacionadas a la belleza.
- En los setentas aparecen otros movimientos de vanguardia que son radicales y fuertes. Definidos en sus conceptos, como el minimalismo. Y es en esta década dónde se enfrentan todas las distintas posturas o consideraciones respecto a la obra de arte. Los movimientos están divididos: y el objeto artístico tenía contradicciones. Algunos ven la obra como el mterial, otros como el concepto, otros como proceso, otros como actitud artística… como el cuerpo, condiciones, etc. Obra desmembrada.
- La noción del artista es también renombrada y borrada.
- Constantes contradicciones. Cesa la creencia moderna. Posmodernismo.
- Los ochentas fueron el fin final de las vanguardias. Hay escuelas” jóvenes que tienen fortuna comercial temporal. Confusión entre nuevos estílos. El fin de una historia fundada y de las referencias a la tradición: sólo existe el después.
- Cómo se ajustan los artistas ante lo diverso del posmodernismo?
- Algunos regresan a lo espiritual, el ritual, lo femenino.
- Otros siguen la línea modernista como si no hubiera pasado nada como Baselitz
- Otros aceptan lo posmoderno y lo digieren como Richter. Conciencia de que el modernismo acabó.
- Después de los noventas: posposmodernismo.
- El arte vive en medio de Hollywood, losinfinitos vcanales televisivos, la música industrial, el tiempo libre etc.
- También entran al mundo del arte otras naciones antes no reconocidas.
- El artista deja de tener un papel de compromiso político y social. Es un mediador. Local.
- Total pe´rdida de la dimensión formal del arte. Se pierde el mensaje claro, ahora hay tendencias.
- Aparecen aportaciones femeninas, homosexuales, inmigrantes, mezclas, etc.
- La obra no hace referencia mas alla de sí misma y no simbolizan nada. No van más allá de nada. Cada quien por su lado.
- Ante esto aparecen tres reaciones:
- 1: Muerte del Arte. No tiene misión clara, ni fin reconocible
- 2: El advenimiento de una cultura y del arte. Mezclas entre los dos debido a la mundialización y comercialización arte mezclado con todo.
- 3: Multiculturalsmo, pluralismo. No hay centro ni periferia.
- Las tres posturas son ciertas y no se contradicen.
- El gran arte muere, pero ahora hay arte en todos lados, ya no en la punta sino como otro elemento del sistema. Arte como éter de la vida.

Post Post - Cass

Cassandra de Santiago Delfin
Yves Michaud
El Arte Contemporáneo en el post-post

Para poder hablar del arte contemporáneo no nada mas se debe poner atención en aquello que concierne a lo artístico, también hay que atender al desarrollo tecnológico, los cambios sociales y la situación política y cultural que se está viviendo en estos días.

Siglo XX , arte moderno, 1905-06, Cezanne—hasta 1975-78.(vanguardias, “-ismos”) . Manifiestos, congruencia entre la búsqueda social de este arte y sus formas. Cada uno de estos movimientos son visiones de la vida y la realidad”, antagónicos entre ellos.

-Se fragmenta el campo artístico, rivalidad entre los movimientos “entropía”???.
-Movimientos e ideales artísticos con carácter ontológico, desentrañar la verdad absoluta.
-Se abre el camino para nuevas formas de expresión artística que serán, llegado a cierto punto, igualmente sistematizadas y analizadas. “Estos modos de investigación se volverá por si mismos en un campo de investigación”, especificidad de las disciplinas y temas artísticos.
-Sin fin de formas y manifestaciones, no hay un movimiento concreto.
-Arte comprometido de una u otra forma con la causa social.
-El museo: neutraliza la obra de arte. La hace “inofensiva”, se adapta como espacio a las nuevas formas de arte. Se enfrentará después , en los cincuenta, a un cambio en el tamaño de los soportes, obras muy grandes-expresionismo abstracto- y a otras formas de arte -performance, happening-que requerían espacios diferentes a los que ya existían.--- Museos de los años ochenta.
-Etnocentrismo-París , Nueva York.


A partir de la segunda mitad del siglo XX, empezó a transformarse la preeminencia del arte moderno.
-Los cambios en el arte se dieron por cambios políticos y culturales, la descentralización del poder occidental EUA-Europa. Guerra Fría.
-“Con la descolonización, comenzó el arte posmoderno”-multicultural, heterogéneo. Pluralismo.
-Comenzaron a surgir artistas provenientes de culturas hasta entonces ignoradas por el arte moderno-Asia,Africa,Sudamérica.

-Masificación de la cultural, “cambio de equilibrio económico”.
-Expresionismo abstracto, espacio pictórico cambia, ya no es lugar para la representación , sino la presentación del cuerpo del pintor. Este movimiento pictórico fue el punto de partida para marcar el fin del modernismo y anuncio la llegada de nuevas formas de arte que surgirían como respuesta , “negativa y positiva” ante su influencia.

-Cambios en el “uso de la imagen”. El arte había sido el promotor y medio de circulacion de las imágenes, con la legada de la fotografía, la televisión y los medios que reproducían en serie la imagen, el arte tuvo que redefinir su relación con esta. Tres manera en que se presentó:
1-Arte de la imagen que retoma el medio y los objetivo de la tradición de la pintura, construcción lenta, carácter metafísico.
2-Arte que utiliza los medios de la imagen: pintura realista.
3-Fin de la separación entre baja y alta cultura- Arte Pop. “reciclaje sistemático de la cultura visual ordinaria”.

-Relación producción artística e imagen. Cuestionamiento acerca del uso de las imágenes en el arte.


Dadá: movimiento de vanguardia mas influyente, promovió e invento muchas de las formas artísticas contemporáneas. Rompió con la tradición, los dogmas formales, critica al modernismo mismo, ironía, choque de imágenes, absurdos.
-Acaba igualmente con el espíritu modernista de “ reducir los problemas artísticos a la solución de problemas formales pictóricos.” -----diversidad de actitudes artísticas :arte corporal, ideas, conceptos, actitudes.
-Arte conceptual.
-Todo puede ser objeto de arte, recursividad de la reflexión. Deconstrucción.
-El concepto de arte se diluye, no”pretende producir experiencias estéticas” en el sentido tradicional.
-Noción de artista cambia—Posmodernismo.


-Años ochenta; fin de la tradición del arte, de las vanguardias y la historia.
-Era del “pluralismo y la diversidad”.
-Hubo un intento por volver a las formas del pasado, recuperar lo primitivo, el espíritu modernista.
-Arte sin objetivo, sin fin.


Años noventa y principios de siglo XXI: situación del arte ambigua, posposmodernismo=vastedad de expresiones artísticas, la “anécdota” como tema y propósito de las formas del arte. Anécdota de la vida cotidiana en un mundo globalizado, fragmentado.
-El compromiso político del arte cambia, la política ahora cuenta con la publicidad y la televisión, la influencia del arte en este sentido se vuelve muy limitada, plástica.=artista como mediador, denunciante pero no participa.
-La practica artística ya no es promovida por la búsqueda metafísica, sino es ahora impulsada por el mercado, la innovación, la moda-tendencia.
-Arte de minorías, gay, feminismo. Arte involucra temas sobre la identidad=dudas generada por la fragmentación del hombre contemporáneo.
-La obra de arte ya no significa, sino presenta, denuncia.
-Definiciones del arte fútiles, ambiguas, temporales.

Tres actitudes ante la crisis del arte:

*Algunos anuncian el fin del arte, pues ya no tiene una misión clara, arte movido por la cultura comercial.

*Nueva forma del arte basada en la experiencia de consumo comercial, el ocio, la moda.

*”Mundialización Pluralista”. Diversidad y dialéctica entre posturas tanto culturales, políticas y económicas.

-Se ha perdido el “aura” en el arte contemporáneo.

domingo, 11 de octubre de 2009

REPORTE DE LECTURA: EL ARTE CONTEMPORANEO EN EL POST-POST


El Arte Contemporáneo en el Post-post, de Yves Michaud: notas sobre la lectura

Mauricio Zárate, alumno del Taller de Experimentación Visual I –Pintura-, Maestría en Artes Visuales.

“El contacto más superficial con los artistas deja claro que hoy el artista

se halla en un estado de confusión, duda y agitación.

No está solo en su problema, sino que se halla en la respetable compañía

de hombres de negocios, cámaras de comercio, políticos, congresos, presidentes y tribunales supremos.

En suma el artista, participa en la crisis mundial”.

Davis, Stuart; El artista hoy.

American Magazine of Art, XXVIII, agosto 1935; pp. 476-478

UNO

Si tuviéramos que ubicar el origen del arte contemporáneo, podríamos recurrir a dos instancias opuestas. Por un lado estaría la filosófica, que desde una perspectiva hermenéutica, nos acercaría al génesis del arte como pensamiento y por otro lado, la historia de las sociedades occidentales como herramienta para forjarnos primero una idea clara sobre el concepto de “arte moderno” y la subsecuente aparición del “arte post-moderno” que nos conducirá a una explicación de cómo se sitúa el Arte de hoy.

Con base en la noción de un materialismo histórico(1), podríamos trazar un mapa que nos guíe en la construcción de un orden que facilite nuestra observación de la historia, entendida y razonada a partir de los fenómenos que corresponden a un materialismo cultural(2) que será decisivo, a la hora de fijarnos en el arte, como una consecuencia de la historia y las sociedades que se han formado en el margen de sus estructuras.

Para el entendimiento del arte, el recurso de la historia como una serie de acontecimientos paralelos y causales, resulta coherente para poder encontrar el momento preciso en el que el arte toma una ruta alterna -por no decir tangente- a los desarrollos históricos; es decir, hasta que el arte finaliza su estrecha relación con la continuidad del tiempo y se producen conexiones que no corresponden exactamente a un presente, sino que se vuelve una amalgama de dispersiones.

DOS

Los acontecimientos claves de la historia han acompañando a los desarrollos del arte y a la inversa. Esta reciprocidad ha producido una serie de momentos que son identificables como vanguardias artísticas, que en resumen, forjan la esencia del arte moderno.

Algunas veces estos momentos destacan por sus aspectos sociales, otras por sus aspectos culturales y en otros, por sus vínculos con lo político, que a fin de cuentas, afecta al arte moderno en el momento en que éste, se propone a la elaboración de sus productos bajo la consigna de “arte por el arte”, que si se analiza debidamente, se perfila como una innegable postura política.

Todo esto es visible desde una distancia histórica, temporal, de la cual carecemos hoy en día en cantidad suficiente, para elaborar un esquema que nos permita ubicar casi sin temor a equivocarnos, los momentos y las características distintivas del arte contemporáneo.

A pesar de que el Arte ya ha tomado rutas alternas a las de la historia, no quiere decir que se presente un rompimiento, una clara disidencia; pues a mi modo de ver, el arte contemporáneo guarda algunas características propias de este momento histórico, como por ejemplo, la búsqueda de identidad, la política globalizadora y la preocupación por los discursos de la publicidad, que por un lado, origina objetos con pretensiones estéticas-emocionales y por otro, deja percibir una terrible sensación de vacuidad, de sin-sentido.

El arte contemporáneo se encuentra en una etapa delicada, en la que se necesita de ciertos límites para señalarlo como Arte y no como un producto más de consumo, para satisfacción –o insatisfacción- de las masas en su permanente búsqueda por “hallarse” en el mundo.

TRES

El museo como institución se establece a partir de la intensión de recuperación del Arte (3) por parte de diversos intereses que persiguen la hegemonía política, cultural y social. En esta institución se presentan los objetos definidos como artísticos y que al mismo tiempo, proponen un modelo que rebasa a lo artístico y que se relaciona con aspectos sociales relativamente distantes al arte, pero que lo afectan (p. 65) y lo utilizan para ejercer también, un efecto sobre la sociedad.

Durante la vigencia histórica del arte, como moderno, se establecen museos en los que se incluyen obras que no encuentra lugares en los museos de corte tradicional o académico por presentar características acordes con las vanguardias artísticas y museos que se tienen que adaptar a los nuevos lenguajes, que a diferencia de las disciplinas artísticas convencionales –pintura, escultura- requieren de espacios adecuados para el performance, el happening y el land art. El museo sufre una transformación con infraestructuras con capacidades espaciales gigantescas.

“Bajo el disfraz de la universabilidad del arte y de los mensajes liberadores de la política revolucionaria, este arte moderno habría sido también de parte en parte etnocéntrico; dicho en otros términos, occidental-céntrico.” (pp. 67) Lo anterior resulta importante, ya que el museo como institución trata a toda costa de imponer un tipo de arte que debe ser el prototipo a seguir, y todo aquello que no se encuentre dentro de esos lindes característicos, no será incluido como una propuesta artística coherente con su tiempo, o en otras palabras más radicales, no será una obra de arte auténtica.

“...la segunda mitad del siglo XX corresponderá no solo al triunfo del arte estadounidense sino también al maremoto de la cultura estadounidense en todas sus formas ...” (p. 69)

CUATRO

Con la llegada del expresionismo abstracto, «nació un nuevo espacio pictórico» (pp.70) En este nuevo espacio se define la postura «no-representacional» (4) y las posibilidades de nuevos horizontes en cuanto a la plasmación de la pintura se inauguran.

En este episodio, se habla de un “triunfo de la pintura norteamericana” (p.72) y sus consecuencias a nivel mundial, haciendo énfasis en la situación vivida en Europa, donde aun se conserva una fidelidad

«en el sentido de lo acabado y de lo bien hecho» con una «preservación de la relación excesiva con lo verbal» (pp. 71) Lo verbal lo interpreto, como una posición que se resiste a un nuevo lenguaje, en el que ya no se necesitan de formas narrativas en el cuadro y que hasta la base relación figura-fondo, se diluye en la presencia de chorreados y drips propios de la expresividad caótica de la abstracción estadounidense.

El arte en sus etapas tempranas tuvo como característica la instrucción religiosa o la propaganda política y se utilizó con fines de imaginería científica; ahora el arte sirve a diferentes intereses, quizá menos limitados y se ocupa de materias en las que antes no se imaginaba su ingerencia: el arte redefine sus relaciones con las imágenes.

CINCO

De manera general, el texto se concentra en describir varios aspectos relevantes de lo que surge en la pintura luego de la segunda guerra mundial. Concretamente en el caso de la pintura europea, se establecen nuevos recursos donde la figura se encuentra en un campo representacional que propone la reflexión de tipo metafísico, basada en las condición y sentido de la existencia: Bacon, Giacometti y Balthus como exponentes clave. La pintura retoma ciertos aspectos de la gran tradición de sus medios y sus objetivos.

Se describen algunas relaciones entre Dada y las más recientes expresiones artísticas como el performance. La importancia de este movimiento moderno, se descubre al observar su influencia durante los movimientos y actitudes de los años sesenta y primera mitad de los setenta: comienza el fin de una etapa definida por sus relaciones con la historia y comienza así, una etapa de reflexión cargada a lo filosófico, concretamente a las razones que orillan al artista a mantener un discurso que se presenta distinto a los medios tradicionales.

El empleo del video y la fotografía se tornan fundamentales para un nuevo proceso de entendimiento de la imagen.

Las obras de Duchamp son cardinales en la construcción de un arte cada vez más conceptual. El arte se vuelve “proyectos”, se enaltece el “concepto” de la obra artística y su importancia se detecta según sus “dimensiones intelectuales”, el efecto artístico entra en escena como una manera de introducir al simulacro, lo efímero y toda obra que no pretende la permanencia física en un museo.

Los comienzos de un arte post-moderno se forjan en una historia del arte que progresa a la par de un historia de la humanidad con todos sus aspectos. Es por ello que el arte mismo conserva las mismas complejidades, los mismos problemas y los mismos avances.

También la noción de artista cambia, se transmuta en una época donde habitan agrupaciones socio culturales cada vez más complejas y que responden a intereses de protesta, de divergencia y hasta de extremismo. El artista ya no es solo aquel que pinta o esculpe. El performer, el accionista, el conceptual, el minimalista, son conceptos recientes para indicar al individuo que sale de la norma social para hacer evidente alguna expresión de descontento, de crítica, de sátira: es ahora el artista. La cuestión estética se relega hasta el fondo y prevalece el impacto, lo fugaz como manifestación de una vida “vaporizada” por los medios y su rápida intromisión el tiempo y ritmo vital de las personas.

Por otro lado, «La proliferación terminológica usada para designar estilos nuevos y escuelas nuevas se duplicó durante algunos años con un frenesí que confundía: se hablaba a veces de fotorrealismo, de nueva imagen, de figuración libre, de transvanguardia, de bad painting, de neoexpresionismo, simulacionismo, neogeo, neoconceptualismo». (p.81) A la para de lo novedoso, se requiere de una nomenclatura que al mismo tiempo, describa el tipo de obra que ésta propone. Llegamos con esto al inicio de los neos y de los términos compuestos por una serie de conceptos que se multiplican y se ejercen cada vez con mayor frecuencia. El mundo del arte se transforma y se prepara par una época en la que todo puede funcionar como objeto artístico, una ventana que nos permite mirar un arte dislocado, trastornado, indefinido: plural.

Con esto, el arte se acerca peligrosamente a nuevos terrenos. Su mensaje sufre la pérdida de las dimensiones formales de aquello que alguna vez sirvió de brújula y de indicador para su definición. El arte «ya no pretende el mensaje metafísico, ni religioso o filosófico sobre el sentido de la existencia porque solo lo da sobre sí mismo». (p.84)

Los progresos sociales y sus baches en el “imperio de lo efímero”(5), repercuten en el arte y su producciones, acercándolo a terrenos propios de las comunicaciones y las modas. Tiende a volverse líquido. (Zygmunt Bauman)

SEIS

Aunque el arte contemporáneo conserva cierta “dispersión”, se le debe reconocer también la inclusión de diversas expresiones que se tejen en un marco sociopolítico, como en los primeros años de las vanguardias, pero con la diferencia de que estas nuevas manifestaciones provienen de los grupos minoritarios, como los artistas inmigrados, el arte lésbico-gay, los artistas en situación económica endeble y artistas que pertenecen a identidades culturales múltiples. Estas tendencias producen manifestaciones artísticas con intereses específicos en causas comunes pero partiendo de una individualidad basada en la constitución del cuerpo y la afectación que las manipulaciones “estéticas” o cosméticas y sociales ejercen sobre ellos. El artista ahora adquiere también un carácter marginal y se constituye como «un mediador social» (pp.85)

SIETE

Tres concepciones del arte contemporáneo intuye Yves Michaud:

1. Los que advierten la muerte del Arte porque:

-el arte no cumple con una misión clara

-carece de un fin reconocible

-se encuentra trivializado en cualquier elemento de la cultura comercial

2. Los que advierten un nuevo régimen de la cultura y el arte porque:

-esta cada vez más cerca de la moda

-se relaciona con el tiempo libre turístico (porque divaga)

-ya no pretende una búsqueda metafísica

-tiene cualidades de entretenimiento

3. Los que piensan al arte como reflejo de la globalización y el multiculturalismo porque:

-no se manifiesta la homogenización de una cultura mundial

-la mundialización es de carácter pluralista

A pesar de las aparentes diferencias entre estas tres concepciones, «sus partidarios no están tanto en conflicto como lo quisieran creer y contribuyen a un diagnóstico común». (p. 87)

Por otro lado, el Gran Arte pasa a ser también una meca, un “santo grial” que no se concreta en un cierto tipo de obra. Posiblemente, a partir de esta perspectiva, es que se van conformando nuevas rutas para el estudio y la indagación de la génesis del arte contemporáneo. A pesar de que el Arte se encuentre en «estado gaseoso» (Goodman) pienso que en un futuro, “a distancia”, se podrá analizar bajo la lente de la misma historia, que de alguna manera, nos devolverá una imagen más nítida, del rostro actual del Arte.

NOTAS

(1) el materialismo histórico sostiene la hipótesis de que los rasgos definitorios de las sociedades humanas y su evolución histórica, ha estado estipulada o potentemente condicionada por factores materiales (tecnología disponible, sistema de producción, características geográficas y climáticas).

(2) El Materialismo Cultural busca explicar la organización cultural, la ideología y el simbolismo dentro de una marco materialista (Infraestructura/estructura/superestructura). Sostiene que la sociedad se desarrolla sobre la base de ensayo y error. Si algo no es beneficioso para la habilidad de la sociedad de producir y/o reproducir, o hace que la producción y/o reproducción excedan los límites aceptables, desaparecerá de un todo de la sociedad.

(3) se trata de «mantener las relaciones entre vanguardias políticas y vanguardias artísticas»(p. 64)

(4) Greenberg, Clement., Arte y Cultura, ensayos críticos: Abstracto y representacional (1954) p. 155

(5) "Vivimos inmensos en programas breves, en el perpetuo cambio de las normas y en el estímulo de vivir al instante."». (LIPOVETSKY, GILLES., El imperio de lo efímero, 1990, Barcelona, Anagrama, 336 p)